Pitbull Cruz se consagra como nuevo ídolo del boxeo mexicano al destronar a Rolly Romero

Publicado

Isaac ‘Pitbull’ Cruz se consagró como nuevo ídolo del boxeo mexicano al noquear a Rolando ‘Rolly’ Romero en el octavo capítulo para coronarse con el cinturón del AMB de los superligeros, dentro del T-Mobile Arena de Las Vegas en una historia épica del boxeador de Ciudad de México porque, de venir de un barrio bajo, el ahora campeón destronó al estadounidense quien se burló en la semana previo al final de la rivalidad de las 140 libras.

Pitbull Cruz se olvidó del round de estudio y desde el inicio comenzó a lanzar algunos volados para intentar despedazar la mandíbula a Rolly Romero, el boxeador de sangre cubana tambaleó desde el primer episodio al recibir algunos golpes cruzados y ganchos cuando intentaba escapar sobre las cuerdas. 

El ahora ex campeón del mundo se salvó del nocaut en los primeros segundos de la contienda, puesto que el mexicano arrancó segunda y tercera marcha para quitarle las escapatorias de Rolando Romero, un boxeador que buscó trabajar con movimientos defensivos de cabeza para quitarse algunos disparos, una táctica sin éxito.

Rolly Romero prefirió apoyarse del clicheo con desplazamientos de esquina a esquina para apostar al nocaut, al ver cómo el retador iba con un maremoto de golpes. Pitbull Cruz castigaba con ganchos al cuerpo, suficiente para intentar destronar al ‘campeón de papel’, el estigma que buscaba quitarse de encima el estadounidense. 

El mexicano bajó el ritmo pero no por eso restaba la potencia de sus golpes. El tercer hombre sobre el ring llamó la atención en tres ocasiones a Rolando Romero por un clincheo excesivo y golpes bajos, suficiente para quitarle un punto al campeón. 

Pitbull Cruz no sentía los golpes del boxeador de sangre cubana. Rolly Romero se subió a la bicicleta para olvidarse de un intercambio de golpes y con rectos intentaba extender la distancia en el ring. Sin embargo, el mexicano lo estaba noqueado de pie con bombazos que le pusieron las piernas de goma. No fue hasta el octavo capítulo, que Isaac retomó el ritmo para soltar una desbandada de golpes para obligar al réferi a detener la masacre.

Te puede interesar: