Olimpia atraviesa un momento delicado en el Torneo Clausura 2025 de la Liga Nacional de Honduras. La derrota en el clásico capitalino ante Motagua por 2-1, correspondiente a la jornada 16, no solo encendió las alarmas por el resultado, sino también por las declaraciones que dejó el técnico Eduardo Espinel, quien intenta mantener la calma en medio de la tensión que rodea al equipo.
En conferencia de prensa, el entrenador uruguayo reconoció que el momento no es el mejor, aunque defendió la actitud de sus jugadores. “Se intentó de todas maneras jugar. El segundo gol fue en posición adelantada por un jugador que tapa la visión. Las fallas nos están jugando una mala pasada, pero las cosas van a cambiar“, aseguró. Sin embargo, este tipo de declaraciones han comenzado a generar cierta preocupación entre los aficionados, quienes esperan menos excusas y más resultados.
Un Olimpia sin triunfos en cinco jornadas
Olimpia acumula ya cinco partidos sin conocer la victoria, una estadística que por sí sola sería suficiente para encender las alarmas, pero que se agrava al tratarse de una institución con el nivel de exigencia más alto del país. Espinel lo sabe, y por eso no esconde su autocrítica. “El cargo del entrenador está en juego cada domingo. Lo que me deja tranquilo es que los jugadores trabajan duro”, comentó.
A pesar de ubicarse todavía en los primeros puestos de la tabla, el equipo merengue ha perdido el ritmo que lo caracterizaba en la primera mitad del campeonato. La falta de contundencia en el área rival y los errores defensivos, como las faltas innecesarias que mencionó el propio técnico, son factores que han evitado cerrar los partidos a favor del albo.
Un mensaje que divide a la afición
Uno de los puntos más llamativos de la rueda de prensa fue la insistencia de Espinel en pedir calma: “Que quede tranquila la hinchada, este equipo va a cerrar el campeonato con la intención de ser campeón“. Si bien este mensaje apunta a reforzar la confianza, también ha sido leído por algunos sectores como una postura evasiva ante la responsabilidad que implica dirigir a Olimpia.
El DT no ocultó su orgullo por estar al frente del club, pero su discurso deja en evidencia que la presión empieza a pasar factura. “Me preocupo cuando me voy a mi casa, en los entrenos, y hoy ellos demostraron actitud. Cambiamos el sistema“, explicó. Sin embargo, la realidad es que los resultados no acompañan y el margen de error se reduce.
El propio Espinel identificó los principales problemas: definición y concentración. “Me preocupa la definición y las faltas innecesarias. Tenemos goleadores, pero necesitamos que aparezcan en los momentos calientes. La generación de fútbol está, pero debemos concretar”, afirmó. Por ahora, el primer lugar corre peligro, y aunque el técnico descarta pensar en lo que hacen los rivales como Real España o Marathón, reconoce que “la tranquilidad es que vamos a definir el campeonato”. Esa seguridad aún debe confirmarse en la cancha, donde el margen de error es mínimo si el León quiere llegar al cierre del torneo con posibilidades reales de ser campeón.
