Otra pesadilla para el Atleti: el Real Madrid avanza a la final de la Supercopa de España gracias a un autogol en la prórroga

Publicado

Real Madrid vence al Atlético en la semifinal de la Supercopa | REUTERS/Juan Medina

El Real Madrid lo volvió a hacer. Lo perdían en la recta final del derbi ante el Atlético de semifinales en Arabia. Lo empataron antes del 93′ en esta ocasión, pero como en Lisboa, los blancos lo ganaron en tiempo extra, con una nueva manera exótica y dolorosa de perder para los colchoneros: con un autogol de rebote que tapó a Oblak, luego llegó un gol con Oblak en media cancha y así avanzar 5-3 a la final de la Supercopa.

La historia fue el autogol de Savic, pero una hora antes lo estaba siendo el autogol de Rüdiger, quien había pasado de héroe a villano al marcar un polémico gol en propia puerta para el 3-2 colchonero, en un partido de locura en las noches de Arabia.

Hubo cuatro goles en la primera parte. Se adelantó el Atleti a la vieja usanza cholista, de córner, obra de Mario Hermoso. Duró poco el gusto, porque Rüdiger lo igualó de la misma manera y antes de la media hora de juego, el Madrid se vio premiado con un gol de Mendy, quien se quedó arriba en una segunda jornada y la remató con un sutil toque de parte externa.

El Atleti estaba contra las cuerdas, pero revivió con un jugadón de Griezmann para el gol que le pone como máximo anotador histórico del Atleti. 2-2 y al descanso.

El partido perdió intensidad en la segunda parte. El Madrid sufría para genera fútbol ante un rival que se fue echando para atrás. Los tiempos fuera parecían inevitables y terminó siéndolo, pero con un acelere final que comenzó con un balón que Morata compitió con Kepa, parecía falta, pero no se pitó y el balón acabó en el fondo de las redes tras rebotar en la pierna de Rüdiger.

El Madrid despertó y se volcó con todo por el empate, lográndolo en una jugada que inició Vinicius fallando en el uno a uno con Oblak, par de defensas se lanzaron para evitar el empate, pero finalmente Carvajal, que junto a Modric fueron los únicos titulares del Madrid de la final de Lisboa, puso el 3-3.

Simeone intentó sacudir el avispero con cambios, pero su equipo no era capaz de tener el balón. Tampoco es que hubiera peligro, pero llegó el gol con un centro en el que no hubo remate, pero sí pierna de Savic que picó, tapó a su portero y fue el 4-3. Luego llegó Brahim en el último segundo para superar por velocidad a Oblak y tocar para el 5-3 en otra noche de pesadilla para los colchoneros.

Te puede interesar