El superlíder Rayados desaparece en la Liguilla

La ‘Maldición del superlíder’ cobró una nueva víctima. Los Rayados de Monterrey dominaron prácticamente de principio a fin la fase regular del Clausura 2023, sin embargo dicha inercia sirvió, tal cual, de nada, esto tras caer eliminados en la antesala de la final de la forma más dolorosa; a manos de los Tigres de la Autónoma de Nuevo León, y con derrota en el Gigante de Acero.

Temporadón el que ofrecieron los pupilos de Víctor Manuel Vucetich, esto tras sumar un total de 40 puntos, resultado de 13 victorias, un empate y tres derrotas. La Pandilla, de hecho, semanas antes del fin de la fase regular había asegurado el primer lugar de la tabla general, mirando de lejos a escuadras como América, Chivas y Toluca.

En el departamento de ofensivas y defensivas, el conjunto albiazul también figuró en los primeros puestos. Quedó en segundo lugar como el equipo más goleador con 35 tantos (detrás de los 36 del América), y se instaló en el segundo sitio como una de las mejores defensivas del torneo, con solo 14 tantos admitidos (uno más de los que recibió el León, líder del sector)

Lamentablemente, dichos números no sirvieron a la hora de encaminarse a la pelea por el título. De hecho, el cierre de la fase regular no fue el óptimo para los de la Sultana el Norte, quienes sumaron dos triunfos y dos derrotas en sus últimos cuatro duelos.

Dicha inercia la arrastraron a la ida de los cuartos de final, en donde no pudieron derrotar a Santos Laguna, escuadra que dejó mucho que desear con su desempeño en el torneo. La vuelta terminaría por acomodar todo en su lugar, y con un 2-0 final se instalaron en semifinales, en donde enfrentarían al rival odiado del estado: los Tigres.

El líder del torneo siguió sin aparecer en la Fiesta Grande, y se tuvo que conformar con un empate 1-1 en su visita al Universitario. Dicho duelo, por la actualidad de ambas escuadras, parecía ser algo “de trámite” para el cuadro albiazul, sin embargo parece que la tarea la dejaban para el duelo de vuelta en el Gigante de Acero.

Unos Rayados muy cautos, sin aprovechar la localía, parecía que esperaban asestar el golpe final en una sola jugada y así instalarse, sin tanto esfuerzo, en la gran final. Para su mala suerte el destino les jugó una mala pasada, y en cuestión de un par de minutos y con tan solo un gol en contra, los Rayados terminaron por quedar eliminados de un torneo que dominaron a placer.