Roman Reigns se mantiene como Campeón Indiscutible Universal de WWE

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Reigns aun mantendrá sus campeonatos por una larga semana | Reuters

Roman Reigns seguirá ejerciendo dominio absoluto en la WWE. El gladiador, en férreo combate estelar dentro de Wrestlemania 39 se lleva la victoria ante Cody Rhodes, y con ello se mantiene como campeón Indiscutible Universal de WWE.

El mantenerse como campeón máximo de la empresa no fue fácil para el ‘Líder de la Jauría’, ya que en los primeros minutos se vio superado por el hijo de Dusty Rhodes en el cuadrilátero. No fue así debajo de él, ya que Roman azotó en varias ocasiones a su rival en la rampa de salida.

El duelo se trasladó a la mesa de comentaristas en donde Rhodes logró azotar a Reigns. Más tarde aplicó par de desnucadoras, sin embargo el campeón logró evitar el toque de tres. El combate pasó del juego del llaveo y contrallaveo a los castigos específicos, y en este rubro, tanto campeón como retador se aplicaron mutuamente castigos a las piernas.

Fue entonces que la reyerta tomó tintes dramáticos. Ambos lograron aplicar castigos fuertes y quedaron cerca de conseguir la cuenta de tres. Fue entonces que aparecieron Los Usos para ayudar a su líder, apoyaron a Rhodes los actuales campeones de parejas, Kevin Owens y Samy Zayn.

El distractor, parecía le había terminado de perjudicar más a Reigns, quien sufrió varias desnucadoras en la lona, sin embargo, una desatención le permitió a Roman aplicar una lanza. Rhodes ya no pudo reaccionar y el nacido en Pensacola festejaba entonces la continuación de su reinado.

En la lucha semifinal, Edge y Finn Balor ofrecieron lo mejor de su repertorio en un combate Hell in a Cell. Balor logró maniatar en los primeros minutos los esfuerzos de su rival, sin embargo Edge hizo gala de experiencia y comenzó a infringir castigo con sillas, mesas y kendos. La mejor versión de la estrella categoría ‘R’ se veía en el encordado.

Parecía que Balor, minutos después, recuperaba el control, y conseguía poner a Edge en toque de espaldas varias veces, sin embargo quien contó con dicha fortuna fue la leyenda de WWE. Edge destruyó al demonio, destruyendo kendos en su espalda. Finiquitó la obra con par de sillazos en la espalda y en la cabeza.

Por su parte, Bianca Belair logró sobreponerse a las rudezas de Asuka, para lograr conservar el campeonato femenil de RAW. La japonesa buscó aplicar en varias ocasiones palancas al brazo, sin embargo fue la monarca la que aprovechó un error de su rival, aplicó suplex con la cara sobre la lona y terminó por sacar la cuenta de tres, para así retener el cetro.

Otro gladiador que logró mantener su fajín fue Gunther, quien se aprovechó del odio existente entre Sheamus y Drew McIntyre. La triple amenaza por varios lapsos se convirtió en un mano a mano; y ya con los retadores por demás cansados, Gunther apareció en el ring para eliminar al celta, y dar cuenta de Drew en toque de espaldas.

Finalmente, Ronda Rousey y Shayna Bazler se llevaron la victoria en una pelea a  cuatro esquinas ante otras tres parejas, mientras que Brock Lesnar se impuso a Omos en la batalla inicial.