El próximo fin de semana, el Indianápolis Motor Speedway albergará la carrera más reconocida de la temporada en la IndyCar Series: las 500 millas de Indianápolis. Este viernes se corrió el famoso Fast Friday en medio de la semana de entrenamientos libres, donde Kyffin Simpson y Chip Ganassi se llevaron todos los reflectores.
En apenas 50 minutos de la sesión, cuando varios pilotos habían superado los 370 kilómetros por hora, el joven de 20 años perdió el control de su monoplaza. En su primera tanda, en la salida de la curva cuatro, el joven piloto hizo un trompo, de ahí se fue hasta el muro de contención, donde el coche se levantó del suelo en el impacto y, después de volar por un par de segundos, cayó en su costado.
Eventualmente, el vehículo se fue hacia uno de sus costados y se detuvo en la entrada del pit road. Afortunadamente, el piloto pudo confirmar que se encontraba bien a través de la radio del equipo.
Tras abandonar el coche, fue revisado por los servicios médicos del circuito, que también lo dio de alta. El monoplaza, sin embargo, no tuvo la misma suerte, y el equipo CGR tuvo que implementar un coche de reserva. “Es una manera difícil de empezar un viernes rápido. Un accidente extraño. Todo fue raro”, dijo para FOX.
“Fue raro incluso desde la salida. Algo no iba del todo bien. Seguí yendo a la derecha en el gato de peso y traté de ayudar al coche a salir, y realmente nunca se sintió de la manera que esperaba que lo hiciera”, agregó Simpson al hablar del extraño comportamiento del auto. Fue una vuelta rara. Volveremos atrás, miraremos algunos datos, intentaremos averiguar qué ha podido fallar e intentaremos asegurarnos de que no vuelva a ocurrir”, agregó.
La actividad en el International Motor Speedway continuará este sábado con la sexta sesión de prácticas y el primer día de clasificación. El último entrenamiento se llevará a cabo el lunes 19 de mayo, de cara a la carrera del domingo 25.
