Johnny Manziel: “Perdí 40 libras gracias a una dieta basada en pura cocaína”

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Johnny Manziel habla de sus problemas de adicciones en la NFL | AP

Pocos jugadores tuvieron una carrera como la de Johnny Manziel. De llegar a lo más alto, al ser el primer jugador novato en ganar el Trofeo Heisman y ser elegido en la primera ronda del Draft, a ser considerado uno de los más grandes fracasos en la historia de la NFL. Con los Cleveland Browns nunca se acercó a las cotas que alcanzó en Texas A&M y eso lo llevó a una espiral descendiente que casi le cuesta la vida.

En agosto, se estrenó el documental de Manziel, Johnny Football, en Netflix, en el que dio a conocer cómo intentó quitarse la vida, pero la pistola se encasquilló, y el miércoles, se estrenó una entrevista con Shannon Sharpe en la que habla de todos los problemas de drogas que tuvo en su etapa como profesional. “El pensamiento de suicidio llega cuando piensas que desperdiciaste la oportunidad dorada que pudieras haber imaginado”, dijo.

El quarterback afirmó que estaba en una gran depresión por estar en un equipo que no le quería, con un vestidor lejos del ideal, y ni siquiera los constantes acercamientos de LeBron le sacaron de esa depresión.

“LeBron me mandaba mensajes cada semana, intentaba estar ahí para ver un juego o jugar pókar, pero por primera vez en mi vida, la mayor inspiración de mi vida no podía hacer que saliera de mi cama. A veces iba a juegos de los Cavs y trató de ponerme bajo su brazo, pero yo no se lo permití por estar deprimido. ¿Es una excusa? No. Me dieron todo, eso debía haber superado lo otro”.

Manziel afirmó que no consumió drogas en su etapa en Texas A&M, pero que previo al Scouting Combine temía no pasar una prueba antidopaje, al salir de fiesta y hubo marihuana, pero no recuerda que la consumió. En dos años en Cleveland, la situación empeoró y todo culminó luego de que fuera cortado por los Browns.

“Voy a casa, al sótano, saco la botella más grande de Hennessy y me la pasé tomando para alejarme de esta realidad en la que estoy, con un coach que no quiere nada conmigo, un coordinador que ‘si saco la cabeza de mi trasero tendríamos una oportunidad’. Cuando eso pasó, estaba terminado. La persona que era en el campo, la confianza, lo pasabas a otros lados: a las calles, al club. Soy el mejor, como lo soy en el campo. Está todo enfrente, no es difícil de conseguir. Te rodeas de gente y de ahí es cuesta abajo. Pasas de cocaína a oxicotin y drogas que te destrozan. Nunca hice nada inyectado, pero aparecían más cuando estaba en Hollywood Hills. Por eso se me veía solo esporádicamente. Pesaba 210 libras cuando dejé Cleveland, perdí 40 libras en Las Vegas ese agosto o septiembre. ¿Cómo pierdes 40 libras? Estaba en una dieta estricta de cocaína”.

Johnny Football afirmó que su sueño era jugar con los Dallas Cowboys, pero agradece que no le tomaran en el Draft porque cree que hubiera muerto, al estar tan cerca de la fiesta en su estado natal.

Dallas tenía la selección 16, recuerdo la expectativa en Radio City. Quería ponerme la estrella en el casco y agradezco a Dios que no pasó porque no estaría aquí hoy. Sabiendo lo que estaba haciendo en Cleveland, lo difícil que era mudarme, las fiestas, y estar tan cerca. Manejaba seguido a Dallas desde College Station, hubiera sido un desastre al punto de que el suicidio no hubiera sido el problema, sino manejar en estado de ebriedad, tomar una bolsa de alguien que no deberías y todo termina en un instante. Afortunadamente no pasó, aunque era lo que quería”.

El ex quarterback admite que le debe disculpas a los Browns, a LeBron James y a sus compañeros en A&M por su comportamiento.

“En el 2013, muchos problemas internos surgieron porque el líder estaba distraído, estaba mal. La lástima que siendo por decepcionar a jugadores como Jake Matthews y Mike Evans es la misma sensación que tengo por decepcionar a Joe Thomas, quien estaba al final de su carrera de Salón de la Fama y le toqué yo. Es vergonzoso que decepcioné a grandes talentos de esta generación. Internamente me consume, ellos hicieron mucho más que lo que yo hice por ellos. Lamento desperdiciar par de años con Joe Thomas, faltarle al respeto a LeBron y no asegurarme de saber qué significaba, que sí me importaba; escuchar a Mav (Maverick carter), que desperdicié mi segundo año en Texas A&M porque era nuestra oportunidad para ser campeones nacionales. Lamento ese legendario juego ante Duke, ojalá lo hubiera perdido porque hubiera regresado”.

Manziel afirmó que sus fantasmas volvieron a surgir a finales del año pasado, tras el estreno del documental, pero que la gente que le rodea le ha ayudado a no caer como en el pasado.

“Mi misión ha sido alejarme de los reflectores, vivir, aprender de la vida, ser un gran sobrino, hermano, hijo, modelo y egresado de Texas A&M, ser un recurso para mis chicos de Texas A&M y es algo que no hacía antes. Creo que estoy más feliz que nunca. Hubo un periodo luego de que salió el documental, que actuaba un poco como el pasado. Es fácil que la fama y el ego te vuelvan a consumir. Desde diciembre me he aislado, con gente que confío, que me quieren y se preocupan por mí. No me dejan hacer trampa y que tenga responsabilidad. Siento que estoy en el buen camino“.

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