NC State, la madre de todas las Cenicientas en la NCAA y que vuelve al Final Four con una historia más sorprendente que la de Jimmy Valvano en 1983

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NC State, una Cenicienta mayor en la NCAA que en 1983 | AP/USA Today Sports

Cuando uno piensa en básquetbol y Carolina del Norte, probablemente llega a la mente primero en UNC, la escuela de Michael Jordan, o Duke con el Coach K. North Carolina State pasa a un tercer plano, pero ni los Tar Heels ni los Blue Devils tienen un sitio tan especial en March Madness como el Wolfpack, que 41 años después, está de regreso en el Final Four.

NC State puede presumir de tener la historia más romántica del baloncesto universitario, cortesía del equipo campeón nacional en 1983 bajo la tutela de Jimmy V, el coach Jimmy Valvano. Un equipo que estaba sin opciones de jugar el torneo de la NCAA tras la temporada regular, pero que ganaron el torneo de la conferencia más difícil, el ACC, consiguiendo remontadas que desafían la lógica ante North Carolina del mismísimo Michael Jordan y Virginia del dos veces Jugador del Año, Ralph Sampson.

En March Madness, el Cardiac Pack siguió ganando partidos cardiacos hasta llegar al Final Four, donde se convirtieron en una de las más grandes Cenicientas, al vencer en la final a Phi Slamma Jamma, el legendario equipo de Houston de Akeem Olajuwon y Clyde Drexler, con un mate de último segundo de Lorenzo Charles.

Para la historia quedó esa postal y Jimmy V corriendo por la cancha buscando alguien con quién festejar, y todavía tomó mayor relevancia cuando el coach fue diagnosticado con cáncer en 1992, tras lo cual creó una de las fundaciones que más ha contribuido para combatir la enfermedad.

Sobrevive y avanza. Sí, hay mayores Cenicientas (Villanova en 1985 es el peor rankeado en ser campeón), pero nada como el camino de NC State en 1983… aunque 41 años después, pueden superarse a sí mismos.

Hay que recordar que en 1983, NC State comenzó rankeado #16. Iniciaron 8-2 hasta que Dereck Whittenburg se rompió el pie en diciembre. 41 años después, no se esperaba nada del Wolfpack, ya que fueron elegidos séptimos en la encuesta de pretemporada del ACC. Un pronóstico que resultó ser exagerado, porque terminaron la temporada regular con marca de 17-14, cayendo en cinco de los últimos seis. March Madness era grado menos que imposible. El coach Kevin Keatts estaba viviendo sus últimos juegos en el banquillo, pero se volvió a repetir el Sobrevive y Avanza.

En la postemporada, la ‘Nueve Cenicienta’ ha ganado 9 partidos al hilo. Necesitaron ganar cinco dentro del torneo del ACC para llegar a March Madness, igualando al UConn de Kemba Walker en 2011 en conseguir 5 victorias en 5 noches. Sobrevivieron ante un muy mal equipo de Louisville, que literalmente despidió a su coach tras el pitido final de un juego que NC State perdía al descanso e iba empatado con 5 minutos por jugar. Ante Virginia, necesitaron un triple de tablero sobre la bocina luego de que los Cavaliers fallaran cuatro tiros libres en los últimos 70 segundos. Ya en el torneo de la NCAA, tuvieron que ir a tiempo extra con Oakland en la Ronda de 32 y remontar en la segunda mitad ante Duke.

Al igual que en 1983, hay una figura carismática que se ha robado los corazones. Ahora no está en el banquillo, sino en la cancha, con DJ Burns. El pívot zurdo, de 2.06 de altura, pero 117 kilos, es el jugador favorito de todos los aficionados de la NCAA. El oso de peluche del baloncesto.

“Diría que mi tamaño es la razón. Si fuera alguien más delgado, nadie me voltearía a ver“, dijo Burns a The Athletic tras la primera semana del torneo.

Burns está en su último año de elegibilidad, pero no siempre jugó en NC State. Comenzó su carrera en Tennessee, pero le dieron un redshirt y no jugó. Decidió transferirse a Winthrop y tras tres años, volvió al máximo nivel con el Wolfpack. En 2023 entraron a March Madness, pero Creighton les eliminó en la primera ronda. 2024 pintaba a peor hasta que Burns tomó mayor protagonismo en la ofensiva, tras partidos de 6, 9 y 0 en la racha perdedora del cierre del año. En la postemporada, la ofensiva pasó por él, solo un juego estuvo abajo de 10 puntos (4, contra Marquette, a los que les recetó 7 asistencias, la máxima de su carrera), sellando el boleto al Final Four con 29 ante Duke.

Purdue se encuentra en el camino de NC State para repetir lo hecho en 1983. El gigante Zach Edey les espera en el Final Four y los expertos les dan pocas opciones (los Boilermakers son favoritos por 9.5 puntos). Suena a lo que pasó hace 41 años, cuando estaba Olajuwon y Houston como favorito de 8 y el Wolfpack cortó las redes en Albuquerque.

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