NCAA: El impacto de Caitlin Clark a través de los números

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El deporte femenil tiene una nueva cara: Caitlin Clark. La joven de 22 años de edad ha dominado el básquetbol colegial con el jersey de las Iowa Hawkeyes y solamente en su senior year ya ha roto 27 récords, entre los que destaca convertirse en la máxima anotadora de todos los tiempos de la primera división de la NCAA, sin importar la rama.

Pero el impacto de Clark va más allá de lo deportivo. El más reciente compromiso de Iowa frente a LSU en la ronda de Elite Eight del torneo nacional March Madness fue visto por 12.3 millones de personas, la mayor audiencia jamás registrada en un partido de básquetbol femenil de la NCAA. Los números, al igual que su nivel, superan el estándar colegial, pues ese juego reunió a más espectadores que cuatro de los cinco enfrentamientos de las Finales de la NBA del 2023 y que todos los duelos de las últimas ediciones de Series Mundiales de la MLB.

“Creo que ha sido un viaje muy rápido. Obviamente este último año ha sido realmente una locura, mi vida ha sido realmente una locura, todas nuestras vidas han sido realmente una locura. Pero mi objetivo principal, mi enfoque principal, ha sido el baloncesto, la escuela y mi carrera”, declara orgullosa la propia Clark.

El fenómeno “Caitlin Clark”

La Universidad de Iowa se ha más que beneficiado de su dorsal número 22, pues ha generado 14.4 millones de dólares a través de su programa de básquetbol desde que la guardia se unió en 2020, de acuerdo con datos de la organización de investigación Common Sense Institute Iowa.

Parte de esa generación de dinero se debe a que el precio promedio de las entradas para las Hawkeyes vio un incremento del 224% desde hace cuatro años, y la expectación ha sido tan alta que incluso antes de que comenzara la temporada 2023-2024 de la NCAA, este colegio impuso un nuevo récord de asistencia del baloncesto femenino gracias a los 55 mil 646 aficionados que se hicieron presentes para su duelo de exhibición contra DePaul en el Kinnick Stadium, la cual es la casa de su equipo de fútbol americano, ya que la capacidad máxima de 15 mil 500 personas de su sede, la Carver-Hawkeye Arena, se quedaba muy corta de la expectativa creada.

Los rivales de las Hawkeyes también se han visto beneficiados, ya que los colegios que han albergado compromisos frente a Clark y compañía fuera de Iowa han visto un aumento de asistencia mayor al 150% en comparación con otros compromisos en casa.

Beneficio propio

Las actuaciones en la duela de Caitlin Clark han sido históricas, así como también lo ha sido su beneficio propio, ya que la oriunda de Iowa ha generado más de 3.1 millones de dólares en contratos firmados a través del programa NIL de la NCAA, el cual le permite a los estudiantes-atletas lucrar con su imagen desde el año 2021.

Tal cantidad de dinero es la cuarta mayor de toda la liga colegial a nivel nacional y se ubica en el primer sitio entre mujeres. Además, es mayor que el salario combinado de las 14 jugadoras mejor pagadas de la WNBA, en donde desfilan los nombres de figuras de la talla de Diana Taurasi y Breanna Stewart.

Clark está a tan solo días de convertirse en profesional. Su nombre será el primero en ser escuchado el próximo 15 de abril en el Draft de la WNBA. Su nueva etapa la llevará a Indiana, en donde presumirá su jersey que la acredite como jugadora del Fever, con quienes gozará de un salario estimado de 76 mil dólares.

Caitlin Clark pasará a la historia como uno de los mejores elementos del básquetbol colegial. Su nombre, además de ser sinónimo de éxito, tiene un impacto inspirador como el que pocos han podido alcanzar. Llegó la nueva Serena Williams, llegó la nueva Alex Morgan, llegó Caitlin Clark.

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