Difícil no hallar una historia épica en el fútbol colombiano. Pero día tras día se supera mucho más la Liga BetPlay. Tal y como ha sucedido este sábado en la noche, en el duelo entre Boyacá Chicó y Alianza de Valledupar, en el cual se ha añadido una prórroga para catalogarlo como el partido ‘eterno’ del actual campeonato. Al final, un sufrido triunfo del conjunto local, que de esta manera manda de vacaciones a los de Hubert Bodhert.
Como una caja de sorpresa. Así se puede describir cada partido del FPC. Tal vez la previa no se vende como pan recién salido del horno, pero una vez suene el silbato inicial el destino te puede llevar a un mundo mágico. Justo como ha pasado en La Independencia, en donde se puede decir que se ha firmado un récord en tiempo añadido, rozando casi la media hora. Sin duda, una locura imposible de explicar.
Sin opciones de clasificar, pero con el descenso entre ceja y ceja, Chicó sabe que cualquier partido es una ‘final’. Y mucho mejor si se es juez de alguien que aspira a meterse en la fiesta de mitad de año. Y supo manejar la presión el cuadro de Flabio Torres, que si bien antes que cante el gallo por poco se va abajo en el marcador, a los 21’, tras una buena jugada individual de Estéfano Arango, puso al visitante a ‘sudar frío’.
La jugada de la polémica
No se hallaba Alianza. Y que mejor aliado para destrabar el nudo que la pelota quieta. Una falta desde el área chica o mejor dicho, un penal con barrera, iba a ser el encargado de activar la dinamita de lado y lado. Cobró Cristian Vergara, el balón quedó muerto tras pegar en la barrera, pero Luis Pérez se avivó a todos y mandó a guardar a la ‘pecosa’. A primera vista se lee sencillo, pero lo peor estaba por llegar.
Detrás de la barrera estaba el ‘hombre alfombra’, esa nueva fórmula del fútbol moderno. Y la duda se apoderó del VAR. Nicolás Gallo, una autoridad para muchos en esta sala, llamó a José Ortiz para revisar la acción. Y el árbitro principal dio por válida la anotación. Sin embargo, desde Chicó se negaban a reanudar el compromiso. A tal punto de extenderse por casi 17 minutos. Hasta hubo amenaza de no jugar más. El bendito FPC.
Humo blanco y gol de Chicó
Tras idas y vueltas -casi 18 minutos sin jugar-, hubo acuerdo entre jugadores y cuerpo técnico y Chicó volvió a meterse en el partido. E iba a tener un ‘regalo’ del cielo. O más bien, del VAR. Jairo Molina era derribado por Chaverra, pero a simple vista no parecía penal. Nuevo llamado de Gallo, revisión y señal al punto blanco. Ejecutó el mismo derribado y la alegría se apoderó de los locales.