Millonarios y Deportivo Pereira duermen la siesta en El Campín: las claves del empate en Bogotá

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El pésimo estado de la cancha de El Campín influyó para un partido aburrido en el que las ocasiones de gol fueron escasas.

Daniel Ruiz y Samy Merheg disputan la pelota. - Vizzor Image.
Daniel Ruiz y Samy Merheg disputan la pelota. – Vizzor Image.

Este partido pendiente de la fecha 15 de la Liga BetPlay Dimayor 2025-I tenía varias cosas en juego. Mientras Millonarios pelea en la parte alta por obtener el ansiado punto invisible en los cuadrangulares, el Deportivo Pereira llegaba más afuera que adentro en un campeonato que le ha resultado complicado.

La lluvia en las horas anteriores al pitazo inicial planteaba un juego veloz e ideal para rematar de media distancia. Minutos antes del arranque, el Embajador informó que Jorge Arias no estaría disponible por una molestia muscular, lo cual le abrió la puerta a la titularidad a Sergiuo Mosquera. Nuevamente, el estado de la cancha de El Campín fue lamentable.

Poco y nada

Millonarios salió a controlar la pelota con propuesta ofensiva y jugando a uno o dos toques para buscar las grietas en la zaga visitante. El Deportivo Pereira se vio obligado a replegarse y a redoblar las vigilancias, lo cual también alcanzaba a pegar en el asunto físico por la obligación de correr más. No obstante, las ocasiones de peligro no aparecían.

En 20 minutos, Déwar Victoria cayó muy mal tras un salto y quedó muy afectado en su rodilla izquierda. El percance alcanzó a asustar a propios y extraños. Aunque intentó regresar al terreno de juego, no tardó en irse de nuevo al suelo y ahora genera expectativa saber el alcance de su lesión. Juan Carlos Pereira ingresó. La única ocasión clara en el primer tiempo llegó con un centro desde la derecha, el remate de Santiago Giordana y la atajada de Salvador Ichazo.

Una siesta

Los equipos salieron sin modificaciones al complemento. Juan David Ríos ya había estado abusando del juego fuerte en el primer tiempo y tras la reanudación fue amonestado por un pisotón en el rostro de Nicolás Arévalo por culpa de la imprudencia. El árbitro no consideró la expulsión.

El partido contó con un ritmo más vertiginoso, pero las imprecisiones en los pases no permitían que lo avances generaran emociones en los arcos. Lo mal que estaba la cancha tampoco favoreció. En el tramo final, Daniel Cataño, que había ingresado, fue importante con un disparo potente que volvió a exigir a Ichazo. Más allá de eso, duelo aburrido y empate intrascendente.

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