Rafa Márquez y el recuerdo de la Champions 2006: “Después de ese título el equipo empieza a decaer”

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Rafael Márquez fue uno de los futbolistas protagonistas en la segunda Champions League en la historia del Fútbol Club Barcelona. El mexicano, pieza clave en la conquista ante el Arsenal en 2006, repasó aquella mítica tarde en el Stade de France de París y la forma en la que vivió la voltereta sobre el conjunto inglés.

“Podíamos ser mejores pero ellos tenían grandes jugadores adelante: (Fredrik) Ljungberg, (Thierry) Henry, Cesc (Fábregas), gente con mucha calidad, (Robert) Pires. Y atrás una defensa importante, sabíamos que no iba a ser un rival fácil”, dijo en entrevista con el canal oficial del Barça.

Pese a verse abajo en el marcador al minuto 37 con un gol de Sol Campbell, el conjunto blaugrana firmó la voltereta con goles de Samuel Eto’o y Juliano Belletti:

“Recuerdo perfecto que en un momento empieza a llover, eso nos ayuda a tener más dinámica, que corriera más rápido el balón. Eso nos ayudó y nos benefició para encontrar más rápido los espacios”.

Márquez repasó las sensaciones luego del silbatazo final: “Es un poco de todo, obviamente mucha alegría. Te pasa todo por la cabeza: tu familia, tu país, el esfuerzo que has hecho, el que crees que has conquistado Europa, donde el trofeo más importante a nivel de clubes ya es parte tuyo, ya pasas a la historia. Es algo increíble”.

BAJÓN DEL EQUIPO DESPUÉS DE LA PRIMERA CHAMPIONS

Pero no todo fue alegría después de la Champions conseguida. El ‘Káiser’ reveló el bajón que tuvo la escuadra y las claves para reponerse:

“Quizás después de ese título el equipo empieza un poco a decaer, ya no nos exigíamos demasiado. Son rachas que al final nos obligaron a hacer un cambio. De eso se aprende también”, inició. “Una parte importante que nos exigía era Ten Cate, él decide ir a buscar un camino por otro lado y eso interiormente en el grupo no es que nos afecte, sino que nos dejaron de exigir y eso influyó en cierta medida”.

Por último Márquez detalló que al interior de la plantilla se comenzaron a hacer grupos, situación que empeoró el panorama:

“Empezaban las desconfianzas, interiormente se veía, se empezaban a hacer grupos entre nosotros y no había unidad para sacar buenos resultados. No nos veíamos de la misma manera porque unos hacían un esfuerzo y otros otro, ya no había esa buena convivencia. De ahí aprendes muchas cosas para no volverlas a cometer”.

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