Matar el tigre y correrle al cuero. Tal parece la historia de Atlético Bucaramanga en la Copa Libertadores 2025. Tras el épico triunfo ante Racing Club en Avellaneda, el cuadro ‘Leopardo’ se citaba con la historia este miércoles, y un golpe sobre la mesa ante Fortaleza le acercaba mucho más a los octavos de final. Pero, el elenco de Leonel Álvarez volvió a ceder terreno en el Américo Montanini, alargó su martirio y ahora deberá recuperar puntos lejos de casa.
El fútbol es de golpes. Pero también de vivezas. Y quién no dudó en sacarle provecho a esto fue Fortaleza. Aunque Bucaramanga medio se asomaba en el horizonte, no es lo mismo tener el traje de la Liga BetPlay como el de la Copa. Sin la presencia de Fabián Sambueza, el ‘Leopardo’ nunca pudo sacarle el agua al coco de manera sutil, y la noche se ponía más oscura cuando Hinestroza derribaba a Deyverson dentro del área.
A primera vista no se señalaba penal. Pero en este ‘nuevo’ fútbol hay que esperar un poco más. Llamado desde el VAR, revisó la acción el central y no dudó en señalar el punto blanco. Tomó el esférico el ‘rebelde’ delantero, ni siquiera titubeó ante el ‘acoso’ de algunos jugadores de Bucaramanga, chutó, se lo atajó Aldair Quintana, pero la suerte estaba del lado del ‘18’, que le quedó el rebote servido para salir a festejar. Baldazo de agua fría. Y a remar contra la corriente.
Se tenía que pellizcar. De alguna forma, Leonel y su ‘pandilla’ no se podían ir del Américo Montanini con las manos vacías. Mucho menos después de haber conquistado suelo argentino. Pero ni siquiera del banquillo se sentía la magia. A lo mejor el ingreso de Sherman Cárdenas pudo conectar algunas ideas, sin embargo, Joao Ricardo era un espectador VIP. Poca exigencia y su defensa férrea… hasta que pestañeó Eros Mancuso.
En esta no hubo duda del árbitro peruano Kevin Ortega. De hecho, el VAR también aprobó su decisión. Y el que quería cambiar las caras largas era Luciano Pons. Se adueñó de la ‘pecosa’, se acomodó y activó un misil que a primera vista dejaba un sinsabor por estrellarse en el larguero. Pero, lo dicho. En este ‘nuevo’ fútbol cualquier cosa puede pasar. Llamado desde el VAR y tranquilidad por haber pasado la línea de gol. Más que un empate de oro, ha sido un empate tecnológico.
