Millonarios pierde con las botas puestas en La Paz y alcanza a meterle miedo a Bolívar

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Leonel Justiniano y Daniel Cataño disputan la pelota. - AP.
Leonel Justiniano y Daniel Cataño disputan la pelota. – AP.

La ilusión de Millonarios en la Copa Libertadores 2024 tuvo una nueva salida. Su segundo partido en la fase de grupos era la visita a Bolívar en la siempre temible altura de La Paz. Era un duelo directo contra el equipo boliviano y arañar un punto ya era un objetivo aceptable, teniendo en cuenta que el Embajador empató contra Flamengo en la primera jornada y que su rival venía de golear a Palestino en Chile.

Como era de esperarse, Bolívar salió con actitud ofensiva y Millonarios a intentar seguirle el ritmo. Recién era el primer tiro de esquina a favor de los locales y se jugó en corto. El centro fue exacto y José Sagredo apareció solo en el área chica y se zambulló para mandarla adentro al minuto 3.

Chico Da Costa remató con una volea y puso a prueba los reflejos de Álvaro Montero como un primer aviso. El Embajador lo estuvo sufriendo y el brasileño estuvo atento para aprovechar el error en salida de Juan Pablo Vargas. A punta de regate se armó su espacio y sacó un zurdazo al borde del área para el 2-0 al 10′.

Si el conjunto colombiano no se calmaba y empezaba a tener cabeza fría para manejar los tiempos del partido, se podría estar llevando una goleada histórica. Ciertamente, algo cambió y el cuadro bogotano mejoró para controlar la pelota un poco más adelante y no correr tanto.

Una buena noticia le tocaba a Millonarios. Yomar Rocha asumió riesgos con la pierna en alto e impactó violentamente a Daniel Ruiz en el pecho. El árbitro ecuatoriano Guillermo Guerrero había mostrado inicialmente tarjeta amarilla, pero el VAR lo invitó a revisar en pantalla, así que reconsideró y Bolívar se quedó con 10 hombres al minuto 25. Se volvía a encender la ilusión albiazul.

De esa falta, Ruiz levantó un centro que se paseó por toda el área y que por poco sorprende al portero Carlos Lampe. Los intentos de Jhoan Hernández y Juan Carlos Pereira a través del cabezazo aparecieron, pero no hubo suerte. Si Millonarios ya había mejorado antes de la expulsión, con la superioridad numérica de efectivos en campo era momento de dar el golpe.

Sin embargo, toda la mejoría se quedó en ilusión. La jugada del primer gol con el cobro corto en el córner se la repitieron y lo castigaron. Esta vez, el que llegó a meter el cabezazo fue Bruno Savio al 34′. El marcador abultado llegaba con un Bolívar que jugaba a sus anchas y un Millonarios al que los nervios se lo empezaban a devorar vivo.

Ya se jugaba el tiempo de adición y había varios hombres de la visita que demostraban el cansancio. Todo indicaba que Millonarios solamente esperaba el entretiempo para tomar algo de aire y recomponer lo que se pudiera, pero iba a conseguir el descuento. Ruiz centró desde el tercer cuarto de cancha y Leonardo Castro se elevó para dar el testarazo al 45+1. Quedaba la segunda parte para intentar un milagro.

Alberto Gamero envió dos cambios para el complemento. Santiago Giordana y Stiven Vega remplazaron a Daniel Giraldo y Émerson Rivaldo Rodríguez. La charla técnica se notó en un aumento significativo de la posesión y la eficacia a la hora de entregar la pelota. Estaba por verse si sucedía un milagro.

Merodeando el área y con paciencia, fueron llegando las opciones para el Embajador. Giordana tuvo dos ocasiones inmejorables solo frente al guardameta. Una en la que aparecieron los guantes salvadores de Lampe y otra de media chalaca que se le fue elevada. Millonarios estaba llegando y haciendo méritos para descontar.

Delvin Alfonzo encontró espacio para meterse al área e intentar un centro en el que Jesús Sagredo se arrastró y elevó el brazo al punto de un penalti que era clarísimo. No obstante, el juez no la vio en inicio y tuvo que apoyarse en la pantalla del VAR. Leonardo Castro fue al cobro y fusiló con un derechazo al medio y arriba que ponía el 3-2 al 72′.

El goleador del Embajador tuvo otra oportunidad en el mano a mano y Lampe le ganó en el achique. Beckham Castro se sumaba a los planes de ataque, sacrificando marca en el medio porque entró por Pereira. En los últimos minutos, Millonarios inventó un laboratorio desde el tiro libre de Cataño tocándole la pelota a Leonardo Castro y el golero estaba bien parado para atrapar.

Ya en el tiempo de adición, la pérdida de tiempo de Bolívar terminó por desesperar a Alfonzo. Da Costa lo empujó y él devolvió de la misma manera, pero el juez solo pareció ver el segundo agravio y enseñó la roja para el lateral venezolano. El tiempo de reposición, prácticamente, no se jugó. Millonarios perdió por desconcentraciones muy puntuales en el primer tiempo, pero hizo méritos en el segundo y puede ahora saber que tiene con qué ganarle al conjunto boliviano en Bogotá.

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