Los genes madridistas de Bellingham se hacen presente en Wembley e Inglaterra empata a Bélgica al 95′

Publicado

Minuto 95 en Wembley. Inglaterra lo perdía ante Bélgica, cortesía de dos errores groseros de su cuadro bajo. Parecía todo perdido, pero apareció el madridista Jude Bellingham, recordando la final de Lisboa y tantas remontadas épicas blancas para rescatar el empate 2-2 ante los diablos rojos.

El último partido de Inglaterra antes del verano, en Wembley, fue la ocasión para varios estrenos: Declan Rice como capitán, el regreso de Ivan Toney tras su suspensión por apuestas y hasta se presentó el nuevo uniforme secundario de los Tres Leones. Jude volvió a lucir la 10 y salvó una noche que se torció temprano para los de Southgate.

Bélgica marcó dos goles que llevan la rúbrica del cuadro bajo inglés, ambos obra de Tielemans. Entre ellos, una pena máxima cobrada por Toney puso el empate momentáneo en la primera parte.

Inglaterra empata con Bélgica en la Fecha FIFA | REUTERS/Carl Recine

El 0-1 llegó apenas al minuto 11, un tanto de lo más inusual porque Pickford tenía el balón al costado de su área, despejó mal al centro, cerca del círculo central. Onana cortó el pase del portero inglés y le salió pase perfecto para Tielemans, quien disparó suave cruzado, tomando a contrapié al portero, quien corría despavorido para lavar su error y esa carrera le dejó todavía más en evidencia, porque el esférico entró rondando con cierta lentitud y el guardameta estaba de pie al otro lado del arco.

El segundo es un golazo por la conclusión, pero nunca debió de haberse dado. Comenzó en un córner para los locales, despejaron con un pelotazo y Lukaku tuvo la virtud de ir a pelear el esférico pese a iniciar en clara desventaja en la carrera. Los dioses del fútbol le sonrieron porque patinó Dunk y Romelu metió un genial centro de tres dedos que Tielemans remató de palomita.

Era demasiado premio para Bélgica que tuvo de figura a Sels y recibió una manita del VAR para evitar el 2-1 en la primera parte. Se quedaron a instantes de terminar la fechoría, pero Bellingham salvó la plana sobre la hora.