Bernardo Silva tiene su día de suerte y clasifica al Manchester City a semifinales de la FA Cup

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Bernardo Silva celebra un gol. - Reuters.
Bernardo Silva celebra un gol. – Reuters.

El sorteo le favoreció al Manchester City para tener un gran duelo en el Etihad Stadium. Los cuartos de final de la FA Cup lo pusieron en frente del Newcastle en una batalla de billeteras que por fútbol y proceso todavía resulta muy dispareja. Habiendo conocido ya que tendrá que medirse al Real Madrid en la Champions League, el conjunto Ciudadano iba a tener que empezar a buscar ritmo y motivación para cuando llegue la hora de revalidar su título continental.

Como era de esperarse, el City salió a dominar a su rival con el control de la pelota. Jeremy Doku fue el jugador que se mostró más insistente en el arranque. Ante tal propuesta, solamente quedaba preguntarse cuánto iba a pasar antes de que el marcador se abriera y, ciertamente, fue poco. Bernardo Silva sacó un derechazo queriendo buscar un pase y el desvío en Dan Burn permitió el gol al minuto 13.

El cuadro local no quitaba el pie del acelerador. Silva estaba en su día de suerte. El portugués e apuntó el doblete al 31′ con un enganche hacia el medio, un disparo de zurdo y otro desvío de Sven Botman que descolocó por completo la maniobra voladora de Martin Dubravka.

Salvo un remate de Alexander Isak que llegó a exigir la atajada de Stefan Ortega, el Newcastle no tuvo mucho más en el primer tiempo. Las Urracas iban a tener que buscar un revulsivo anímico durante el entretiempo y un milagro para meterse de nuevo en la disputa por un cupo en la semifinal del torneo más antiguo de fútbol.

Algo sí cambió en la actitud de la visita para la parte complementaria. Dubravka tuvo que estirarse con todo para evitar que Doku marcara el tercero del City, pero el Newcastle se veía más dispuesto a tener la pelota y a mantenerla lo más lejos posible de su área, asumiendo que el City iba a salir con algo menos de apuro al tener dos tantos de ventaja.

Ya otro asunto era el de ir a la ofensiva. Si bien el ataque del City es un arma que causa temor a cualquier rival, su trabajo táctico para defender y lo coordinados que ya juegan sus zagueros ponen un muro a la altura del equipo. El local jamás sufrió el partido y, prácticamente, dejó pasar los minutos para encontrarse con el tiquete a semifinales de esta FA Cup. Pep Guardiola sigue apuntando alto.

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