América, el ‘trampolín’ del Toluca para la gloria en 2010… ¿y ahora su víctima en 2025?

Una vez más, América podría ser la llave que abra la puerta del título para los Diablos

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El Torneo Bicentenario 2010 dejó una marca imborrable en la historia del Toluca. Aquel año, los Diablos Rojos iniciaron con una racha preocupante: cinco jornadas sin ganar. Perdieron ante Chivas, empataron con Jaguares, Pumas y Monterrey, y cayeron ante Santos. Pero todo cambió en la jornada 6, cuando vencieron 3-1 al América en el Estadio Nemesio Diez.

Esa victoria fue el parteaguas: a partir de entonces, Toluca solo perdió un juego (ante Cruz Azul) en lo que restó de la fase regular, acumulando una impresionante racha de victorias y empates que los catapultó a la Liguilla. Ahí, el destino les tenía reservado un reencuentro con las Águilas, a quienes eliminaron con un contundente 2-0 en la vuelta de los cuartos de final.

Camino al título

Después de superar al América, Toluca derrotó a Pachuca en semifinales (3-2 global) y llegó a una final dramática contra Santos. Tras dos empates (2-2 y 0-0), la serie se definió en penales, donde Toluca se impuso 4-3 para coronarse campeón del Bicentenario 2010.

Lo que parecía un torneo perdido terminó convirtiéndose en una historia de redención y gloria, con América como el inesperado catalizador.

2025: ¿la historia se repite?

Quince años después, el fútbol mexicano nos regala un giro fascinante del destino: Toluca y América vuelven a enfrentarse, esta vez en la gran final del Clausura 2025.

Los recuerdos de 2010 se vuelven inevitables. Una vez más, América podría ser la llave que abra la puerta del título para los Diablos. La historia ofrece un paralelismo emocionante: aquel año, Toluca usó su victoria sobre las Águilas como punto de partida; hoy, podría cerrar un ciclo enfrentándolos de nuevo por la corona del fútbol mexicano.

El antecedente de 2010 no es menor. Para Toluca, América ha sido símbolo de impulso, de quiebre positivo, de mística competitiva. Hoy, ese mismo rival se interpone nuevamente en el camino hacia el título. Pero esta vez, no se trata de una jornada más ni de unos cuartos de final: es la gran final.

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