Once Caldas no resiste la jerarquía de Fluminense y disputará los playoffs de Copa Sudamericana

El ‘Flu’ necesitó de un primer tiempo muy contundente para liquidar el juego.

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La travesía de Once Caldas en Río de Janeiro no tuvo los frutos esperados. El reto era difícil para cerrar la fase de grupos, pues Fluminense esperaba en su casa, el mítico Maracaná, con la intención de evitar los playoffs y meterse directamente en los octavos de final. El ‘Blanco Blanco’ llevó miles de hinchas a la fiesta carioca, llenando toda la parcialidad foránea y haciéndose sentir en uno de los grandes templos del fútbol mundial.

Iniciando el año, ambos ya tenían el registro de una victoria para el ‘Flu’ en la altura de Palogrande con el tanto de Germán Ezequiel Cano y la asistencia de Jhon Arias. Eso sí, la intención era dar un ‘mazazo’ en el regreso de Once Caldas a Brasil, donde cosechó logros importantes en otros tiempos. A pesar de la derrota, la fiesta fue blanca en la tribuna.

Fluminense organiza un baño de jerarquía

El equipo del ‘Arriero’ Herrera sintió el rigor del equipo adversario en los primeros minutos. No habíamos llegado a los tres minutos y los cariocas se pusieron arriba en el marcador. Matheus Martinelli, volante de la localía, cazó un rebote y no perdonó el pánico escénico de la apertura del compromiso para su rival.

Mateo Zuleta había fallado en un rechazo que no tuvo frutos. El balón picó en el borde del área y el talentoso hombre del ‘Flu’ desenvainó de zurda, dejando sin chances a James Aguirre. Los albos respondieron con más empuje que fútbol, pero el anfitrión iba a ser contundente en cada acción de gol.

Luego de un penal polémico tras una mano inexistente de Jorge Cardona, que tuvo que recular el árbitro con ayuda del VAR, llegó el segundo gol con aroma a café. A los 34′, Kevin Serna alargó el marcador y liquidó la contienda, nuevamente capturando una terrible indecisión del equipo colombiano.

Jhon Arias, entre los centrales, batalló para ganar un balón aéreo y cederle el pase de gol a su coterráneo. Serna, en el aire, pinchó con botín diestro la bola y vacunó a James Aguirre en todo el centro de su pórtico. Gran mérito del extremo, con aporte indiscutible en un juego laborioso más allá del gol.

Así terminó el partido. Sin mayores contratiempos, Fluminense le dio manejo en el complemento y tal vez Once Caldas, resignado, ya probó variantes pensando en el debut de cuadrangulares por Liga este domingo. Por lo pronto, el equipo de Manizales jugará ante San Antonio Bulo Bulo (Bolivia) por la repesca de cara a los octavos de Copa Sudamericana. Ahora es el turno de enfocarse en las tareas domésticas.

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