La ofensiva historia de los Chicago Bears, el peor ataque de la NFL y que espera que Caleb Williams finalmente sea ‘el elegido’

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Caleb Williams, séptimo QB que Chicago Bears toma en primera ronda|USA TODAY Sports

Por primera vez desde 1947, los Bears hicieron la primera selección del Draft y tomaron a Caleb Williams, el ‘Mahomes de USC’, ganador del Trofeo Heisman del 2022 y que tiene una misión imposible buena parte del último siglo: que Chicago tenga una buena ofensiva.

Chicago ha estado asociado con defensiva durante buena parte de su historia. Dick Butkus, los Bears del 85, Brian Urlacher y tantos más han representado el sello distintivo del equipo, la defensa. En la ofensiva han tenido par de jugadores del Salón de la Fama, como Walter Payton, Gale Sayers y Mike Ditka, pero los primeros dos eran corredores y el último ala cerrada, difícilmente las posiciones más glamorosas en los ataques de la NFL.

La realidad es que los Chicago Bears están entre las peores ofensivas históricamente en la NFL. Desde que se unieron la AFL y la NFL en 1970, los Osos ostentan la tercera peor ofensiva en puntos por partido (19.2, solo por encima del 18.70 de Tampa Bay a 18.68 de Cleveland). El tema es que, por momentos, Bucs y Browns han tenido momentos decentes pasando el balón, algo que no pueden decir los Monstruos del Midway.

Erik Kramer tiene la mejor temporada por pase en la historia de los Bears, con 3,838. Son el único equipo que no tiene un solo QB con una temporada de 4,000 yardas pasando el balón. Para ponerlo en referencia: tan solo en la post pandemia (2021 a 2023), hay 29 campañas de 4k. Sus mariscales tampoco tienen temporadas de 30 touchdowns (Kramer tiene el récord, con 29), de nuevo el único de los 32 equipos y vimos 17 temporadas así estos tres últimos años. En la historia, Jay Cutler es el líder histórico en todas las categorías de pasador: victorias (51), completos, intentos, yardas y pases de anotación. Sí, bendito Jay Cutler es el mejor QB en su historia.

No solo son los quarterbacks. El mejor receptor en la historia de Chicago es Johnny Morris, con 5,059 yardas. Como referencia, Justin Jeferson, en cuatro años en la NFL, ya tiene más (5,899).

Jim Harbaugh, uno de los QB de primera ronda de los Chicago Bears | AP

La trágica historia de los Bears y los QB de primera ronda

Hay que darles crédito a Chicago: lo han intentado con los quarterbacks. Caleb Williams es el séptimo mariscal que toman en la primera ronda, todos desde 1982, y un par los llevaron al Super Bowl, aunque no fueron la razón de que ganaron.

Jim McMahon (BYU, 1981, 1-5) fue el primero y duró hasta 1988, siendo el QB del equipo campeón del Super Bowl XX. Llegó un año antes el ahora coach de los Chargers, Jim Harbaugh (Michigan, 1987. 1-26). El zurdo Cade McNown fue el siguiente (1999, UCLA, 1-12). El ‘Sexy Rexy’, Rex Grossman (Florida 2003, 1-22) les llevó a su segundo y último Super Bowl, que perdieron cuando lanzó un pick six en el último cuarto. Y recientemente, Mitchell Trubisky (2017, North Carolina, 1-2) y Justin Fields (2021, Ohio State, 1-11).

Un dato curioso: cuatro de los previos mariscales de primera ronda tuvieron marca ganadora con Chicago, aunque Trubisky es el de mejores números y eso lo resumen perfectamente toda la tesis de esta nota.

Las razones para ser optimista con Caleb Williams

Hay un factor que no hemos mencionado de la situación de mariscales de los Bears: el mal clima. Jugando en la ciudad de los vientos es difícil pasar el balón. Estar al lado del Lago Michigan da unas condiciones todavía peores, pero no es pretexto: los Bills, primero con Jim Kelly y ahora con Josh Allen, han tenido grandes ofensivas. Cleveland ha calificado a los Playoffs en dos de los últimos cuatro años gracias al esquema de Kevin Stefanski, reviviendo la carrera de Joe Flacco y teniendo el mejor año de Baker Mayfield en los Browns.

El mal clima es habitual en Chicago | AP

Caleb Williams es un jugador que le comparan con Patrick Mahomes. Tiene esa capacidad de escapar la presión y lanzar de maneras poco ortodoxas con éxito. Sí, tuvo muchos fumbles (33) y sacks (84), pero en parte sucedía porque buscaba jugadas grandes en modo remontada, ya que USC tenía una muy mala defensa (en 2 años con los Trojans, perdieron juegos en los que permitieron 43, 46, 47, 52, 48, 38, 36 y 34; invictos, 10-0, cuando la defensa permitía 35 o menos). Como Mahomes en Texas Tech, vaya.

Los Bears tienen que hacer todo lo humanamente posible para asegurarse que finalmente sea el QB franquicia que tanto anhelan en Chicago y han tomado algunas medidas para ello.

El año pasado firmaron a D.J. Moore, un receptor de Pro Bowl que estuvo cerca de la mejor campaña de un receptor de Chicago en 2023 (96-1,364-8, Brandon Marshall tuvo 118-1,508-11 en 2012) y eso que tuvo a Tyson Bagent e QB una cuarta parte de la temporada. Cole Kmet no es una súper estrella, pero es un ala cerrada decente. La línea ofensiva tiene 4 titulares decentes. Trajeron a Keenan Allen en cambio esta temporada baja y eligieron a Rome Odunze con su segunda selección de primera ronda. Ya no es el cuerpo de receptores de Darnell Mooney, Equanimeous St. Brown, Dante Pettis, Chase Claypool y Byron Pringle de 2022.

Otra razón de esperanza: si en par de años tienen su nuevo estadio, el clima ya no será pretexto, aunque si las cosas salen mal, QB, coach y directiva podrían no estar ahí para la inauguración.

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