Packers alarga la maldición de los Cowboys en Playoffs con una paliza, cortesía de Love y Jones

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Los Packers alargaron la maldición que arrastran los Dallas Cowboys desde 1996, todo gracias a una impresionante actuación de la ofensiva comandada por Aaron Jones y Jordan Love, el quarterback, que a base de pases largos desestabilizó a la defensiva del combinado local del AT&T Stadium. 

A pesar de que Jordan Love acabó con un juego aéreo espectacular, durante el inicio de la primera serie ofensiva prefirió perforar el muro rival con el ataque terrestre y por el centro, así que Green Bay buscaba avanzar con un estilo rocoso y sin ofensiva. 

De todos modos el ir por debajo le permitió a los Packers adelantarse en el primer período gracias a Aaron Jones. Los Cowboys por poco le regaló un pick six a sus rivales y al comenzar el segundo cuarto, Jordan Love ahora sí hizo de la suyas al ver que la mirada de francotirador era la kryptonita de sus rivales. 

Wicks atrapó un mísil de prácticamente 30 yardas y la diferencia era cada vez más abismal. Los Cowboys no sabían por dónde defender, si por el centro o esperar los bombazos del mariscal de los visitantes. 

Casi al final de la primera parte, Dak Prescott hizo un engaño por la espalda para darle el ovoide a Ferguson y romper el cero de su lado del marcador. La tendencia siguió al inicio del siguiente cuarto, pues Aubrey metió un gol de campo debido a que los vaqueros no podían correr el balón a la última zona.

Aaron Jones acarreó el balón en una tercera ocasión y sumó otro touchdown a la cuenta. Los vaqueros quisieron ponerse las pilas y casi lo consiguen. Pollard más tarde entraría a la zona roja. La conversión de Ferguson parecía viable y una infracción anuló sus dos puntos, lo peor del caso es que en un intento de punto extra, Aubrey la mandó al poste. Una estampa de los errores que los condenaron. 

Los puntos cayeron conforme pasaba la noche y cuando los Green Bay Packers iban en camino a meter una paliza histórica, tanto Prescott como Ferguson se conectaron para hacer más honrosa la derrota. Sólo que al final no les alcanzó el tiempo debido a que la piedra que les habían puesto los visitantes era demasiado pesada.

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