Cindy Ngamba, primera miembro del equipo de refugiados que asegura cuota olímpica para Paris 2024

Publicado

La púgil Cindy Ngamba venció este lunes 11 de marzo por nocaut a Valentina Khalzova de Kazajistán en los cuartos de final de la categoría de los 75kg del primer torneo mundial de boxeo (realizado en Busto Arsizio, Italia) con lo que aseguró la primera cuota olímpica para el equipo de refugiados.

“Mi objetivo era clasificarme y lo he logrado, pero ese no es el final del juego. Lo único que puedo hacer es mejorar. Cada vez que peleo, tomo el desafío como una oportunidad para aprender”, dijo Ngamba a Olympics tras su victoria.

La boxeadora nacida en Camerún, pero que vive en Inglaterra compite por el equipo de refugiados luego de que, a pesar de diversas solicitudes, aún no le conceden la ciudadanía británica.

“Es emotivo. Si no fuera por el equipo de refugiados habría emprendido un viaje diferente. Me recibieron en una gran familia. Ellos me aman, se preocupan por mí y me apoyan en todo momento. Quiero agradecer al equipo de refugiados por todo lo que han hecho por mí”.

Si bien, aún no es un hecho que Cindy Ngamba se presente en Paris 2024 (debido a que el equipo de refugiados solo puede inscribir a 22 atletas de todos los deportes), la pugilista tiene bien claro su objetivo de cara a los Juegos Olímpicos.

Mi objetivo para París 2024 es conseguir una medalla de oro. Todo lo que tengo que hacer es trabajar duro, ocuparme de mis asuntos, mantener la mente en mi trabajo y lo conseguiré“, culminó.

Cindy Ngamba y cómo el boxeo le cambió la vida

Ngamba estuvo a punto de ser deportada a los 20 años luego de acudir a lo que ella pensó era un registro de rutina con las autoridades del Reino Unido. Cabe mencionar que Cindy nació en Camerún, país al que no puede regresar debido a sus preferencias sexuales; en dicho país africano, la homosexualidad se castiga hasta con cinco años de prisión.

“Imagínate pensar que vas a firmar, luego regresas a tu casa para seguir con tu día y luego te meten en la parte trasera de una camioneta con las esposas puestas. Me enviaron a Londres y cuando estuve allí hablé con muchas mujeres. Algunas me dijeron que habían estado allí durante meses y años. Algunas iban a ser enviadas de regreso a su país”, reveló Ngamba a BBC Sport.

Afortunadamente, fue liberada al día siguiente después de una llamada con su tío, quien vivía en París y que trabaja para el gobierno.

Después vendría una época difícil en la escuela, misma que el boxeo le ayudó a sobrellevar. Pese a que en un principio su actividad se limitaba al gimnasio, a saltar y a hacer cardio, una vez que pasaron dos años se puso los guantes para rápidamente subir al peso mediano y desarrollar una gran reputación, al grado que el boxeo de Gran Bretaña la buscó para que formara parte de su programa olímpico, algo que se le negó por no tener la ciudadanía británica.

“El contrato que necesitaba firmar para poder participar en el programa [olímpico] decía que tenías que ser ciudadano británico. No pudieron ayudarme y tuvieron que dejarme ir. Fue devastador para mí, pero sabía que había pasado por cosas peores de las cuáles el boxeo siempre me ayudó a salir adelante“, concluyó.

Te puede interesar