“Volver a la Copa América, el objetivo para medir al fútbol mexicano con potencias mundiales”

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El fútbol mexicano necesita volver a la Copa América para medirse ante grandes equipos como Argentina y Brasil
México tratará de buscar la clasificación a la Copa América. | Imago7.

La Fecha FIFA en la que la selección mexicana jugará su pase a semifinales de Nations Leagues de CONCACAF llega en un momento muy inoportuno para el torneo local; justo cuando los clubes de la Liga MX empezaron a tomar el impulso necesario para llegar a tono y en ritmo a la Liguilla de Apertura 2023.

El compromiso del equipo nacional no sería ningún problema si la calendarización del torneo local no hubiese sufrido una pausa de casi un mes al inicio de la competencia para jugar Leagues Cup. La Fecha FIFA es ineludible, en cualquier parte del mundo que se juegue fútbol profesional afiliado existen estas pausas para que las selecciones puedan tener, ya sean partidos de preparación o compromisos que cumplan con alguna competencia oficial. En esta ocasión, para la selección mexicana es importante, porque, además del pase a semifinales de Nations League, se juega un lugar para la próxima Copa América.

En dos ediciones de Nations League, México no ha podido quedarse con ningún primer lugar, las dos veces el cetro de campeón se lo ha llevado Estados Unidos. En una etapa en la que la selección del país vecino del Norte dominó el área y puso en grandes predicamentos al seleccionado mexicano, no fue solo este torneo en el que se notó la preponderancia estadounidense, también en partidos de Copa Oro y eliminatorias, por lo que, a pesar de que no es un objetivo primordial para el equipo nacional, sí puede haber una reivindicación. A la afición mexicana le molesta haber perdido la jerarquía sobre selecciones que tienen una liga doméstica que, en el papel, pareciera menos privilegiada que la liga mexicana, pero que en los últimos años han tenido un crecimiento importante que contrasta con el estancamiento deportivo y administrativo del fútbol nacional.

La tarea de la selección nacional en estos cuartos de final de Nations League, a los que accedieron de manera directa por su ranking en la zona, no es sencilla. Honduras, que clasificó a esta instancia a través de una fase preliminar, eligió como sede para el primer partido el Estadio Nacional de Tegucigalpa, un inmueble en el que los aficionados catrachos ya han demostrado la hostilidad sobre el equipo mexicano; un lejano 1993 en el que se jugaba la clasificación al Mundial de Estados Unidos, en donde la afición hondureña se hizo sentir de más su animadversión sobre el equipo mexicano que sufrió elevadas hostilidades. El mundo del fútbol ha cambiado mucho, las pasiones que derivan en violencia se han apaciguado y ahora es difícil que se den condiciones en las que se ponga en riesgo la seguridad de los equipos y aficiones visitantes, pero Honduras ha tenido cierto avance futbolístico, después de varios años en los que no figuró como un rival fuerte, hoy ha retomado forma y fondo para poder hacer de su territorio una escala que puede complicar a cualquier visitante.

Sin restar importancia a coronarse en Nations League, el objetivo a priori que tiene el equipo dirigido por Jaime Lozano es conseguir el boleto a Copa América en donde se podrá medir el fútbol mexicano con el de potencias como Argentina, actual campeón del mundo, y Brasil; a la selección nacional y a los clubes mexicano les hace falta ese roce internacional en el que se medían con rivales fuera de su zona de confort. El alejamiento de este tipo de competencias ha sido otro factor para que nuestro fútbol se encuentre en un momento en el que el crecimiento se da a cuentagotas. Competir de nuevo contra equipos de jerarquía mundial podría tener un impacto positivo y significativo para el desestancamiento tanto del fútbol, como del futbolista mexicano que necesita de estas ventanas internacionales para volver a ser proyectado a ligas y mercados fuera del territorio nacional.

El momento en el calendario no parece ser el mejor, pero es importante que se tome con la mayor seriedad posible los compromisos de cuartos de final de Nations League contra Honduras para que, avanzando a la semifinal se pueda perfilar una selección nacional que necesita jugar la mayor cantidad de encuentros de calidad competitiva como preparación hacia el Mundial de 2026.