Los Diablos Rojos del México vienen de atrás y barren a los New York Yankees en una serie para la historia

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El segundo de dos juegos de exhibición que marcaron el regreso de los New York Yankees a México tras más de 50 años ya es historia y los Bombarderos nunca llegaron, pues se fueron sin volarse una sola vez la barda y este lunes cayeron 8-5 ante los Diablos Rojos del México en su última prueba antes de arrancar la temporada 2024 de las Grandes Ligas.

Haper Gamboa, el capitán de los Diablos Rojos del México | Imago7
Haper Gamboa, el capitán de los Diablos Rojos del México | Imago7

El juego arrancó y parecía que los capitalinos saldrán rápido de la primera entrada pues con ocho lanzamiento Williams sacó los dos primeros outs que incluyeron una espectacular atrapada de Julián Ornelas en la pradera central, sin embargo, la ofensiva de los Bombarderos del Bronx despertó y se fue arriba por tres carreras.

En la segunda entrada se vivieron momentos de tensión en el parque de la Ciudad Deportiva cuando el jardinero Óscar González jaló la pelota de foul y terminó estrellada en su rostro, lo cual lo obligó a dejar el diamante con asistencia médica a solo días de que arranque la campaña de las Grandes Ligas.

El ataque de los Pingos había sido secado por completo pero tenían una explosiva sorpresa para los aficionados que abarrotaron el inmueble. En la tercera entrada y con la casa llena, Diosbel Árias apareció en la caja de bateo ante Serna y puso la pelota a volar por todo el jardín izquierdo, consiguiendo un Grand Slam que le dio la vuelta a la pizarra y puso en ventaja a los Diablos.

Pero ese tercer rollo no acabó ahí. Con hombres en segunda y en tercera, el héroe del último título escarlata en el 2014, Juan Carlos Gamboa, salió a batear con hombres en primera y segunda, conectando el segundo palo de vuelta entera de la entrada y alargando la ventaja para emoción de la afición en la tribuna.

Los Pingos encontraron turbulencia hasta el octavo rollo, con Cole Gabrielson llegando a batear con la casa llena y dos outs en la pizarra pero el lanzador brasileño de origen japonés Daniel Missaki le entregó un chocolate para ponerle fin a la peligrosa ofensiva de los Mulos que no quería irse barrido de la Ciudad de México.

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