Budimir se mantiene como escolta de Mbappé y Lewandowski en la victoria de Osasuna ante el Atleti

Los ‘Rojillos’ vencieron 2-0 a los ‘Colchoneros’ con goles de Catena y Budimir; sueñan con Europa tras gran actuación en El Sadar

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Osasuna dio un golpe de autoridad en El Sadar al imponerse 2-0 al Atlético de Madrid, en un duelo que reafirma su ambición europea. Con goles de Alejandro Catena y Ante Budimir, el equipo dirigido por Vicente Moreno se llevó tres puntos vitales ante un rival que nunca logró encontrarse en el campo. Los rojillos supieron sufrir cuando tocó, defendieron con orden y, sobre todo, aprovecharon al máximo sus oportunidades.

El partido arrancó con un ritmo parejo. El Atlético intentó tomar el control en los primeros minutos, pero la zaga de Osasuna respondió con contundencia. La primera gran ocasión llegó al minuto 25, cuando Bryan Zaragoza cobró un córner desde la derecha y Alejandro Catena apareció sin marca en el área para cabecear con potencia al fondo de la red. El gol descolocó al equipo de Diego Simeone, que se mostró errático y sin profundidad durante la primera mitad. Sorloth tuvo la más clara, pero su remate a quemarropa fue contenido por Sergio Herrera.

En la segunda mitad, el Atlético salió con más ímpetu. Simeone movió su banquillo y dio entrada a Griezmann, Lino y Ángel Correa, pero el equipo no logró traducir la posesión en peligro real. Osasuna, por su parte, se replegó con orden y buscó hacer daño al contragolpe. A pesar del dominio territorial del Atleti, las llegadas claras fueron escasas y mal ejecutadas.

El momento decisivo del partido llegó al minuto 82. En una de las pocas salidas en juego directo, Osasuna encontró espacio por la banda izquierda. Kike Barja desbordó y centró al primer palo, donde Ante Budimir se lanzó en plancha para anticiparse a la defensa y colocar el balón al palo corto con precisión. Fue un golazo del croata, que alcanzó los 20 tantos en la temporada y se afianza como tercer máximo goleador de LaLiga, solo detrás de Kylian Mbappé y Robert Lewandowski.

El estadio estalló en júbilo. Desde ese momento, Osasuna administró el tiempo con inteligencia mientras la afición ovacionaba cada pase. El Atlético, frustrado, no encontró respuestas. El pitido final fue la señal de una fiesta total en Pamplona. Osasuna sueña con Europa y, con actuaciones como esta, se gana el derecho a hacerlo.

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