El ABC de los Juegos Panamericanos de Barranquilla 2027 y cómo Colombia los perdió: el lío ahora es una pelota

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Diseño de Alejandro Char, María Isabel Urrutia, Gustavo Petro y Astrid Bibiana Rodríguez.
Alejandro Char, María Isabel Urrutia, Gustavo Petro y Astrid Rodríguez.

El inicio del 2024 está resultando muy amargo para el deporte colombiano. Panam Sports anunció que, de manera unilateral, había decidido quitarle a Barranquilla la adjudicación de los XX Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Barranquilla 2027. La drástica medida está argumentada por el incumplimiento en el pago de unos dineros.

Después del anuncio del organismo rector del olimpismo en el continente americano, se ha desatado todo un escándalo y una tormenta política que podría costarles el cargo a varios funcionarios públicos, además del daño de imagen para el país. En ese escenario, el problema se ha convertido en una pelota que vienen tirándose desde varios lados para desligarse de las responsabilidades.

Entre tanta información que se publica en el intento de encontrar explicaciones y culpables es muy fácil perderse. Claro Sports ha preparado este ABC de la situación, que contiene las dudas más frecuentes sobre el lío de la pérdida de la sede y contexto sobre lo que ha sucedido.

¿Por qué le quitaron los Juegos Panamericanos a Barranquilla?

La razón no es otra que el incumplimiento en el pago de los derechos de organización que Panam Sports debía recibir por cuenta del otorgamiento de la sede. En notificación escrita y comunicado de prensa del pasado 3 de enero, el organismo explicó que se habían establecido dos plazos para el desembolso: uno, al 31 de diciembre de 2023; otro, al 30 de enero de 2024.

En vista de que el dinero no llegaba, el Comité Ejecutivo de Panam Sports interpretó que las condiciones no estaban dadas para continuar adelante con el proyecto en Barranquilla y el incumplimiento de los plazos como un riesgo para el siguiente ciclo olímpico.

¿Cuánto dinero era?

La suma que se ha dado a conocer hasta el momento es de $10,5 millones de dólares, equivalentes a unos $40.000 millones de pesos colombianos (sí, cuarenta mil millones). De ese monto, la ciudad de Barranquilla ya había adelantado el pago de $2,5 millones de dólares (cerca de $10.000 millones de pesos). Según las cláusulas del contrato, es muy probable que la capital del departamento del Atlántico pierda ese dinero.

Estaban entonces pendientes por pagarse $8 millones de dólares ($30.000 millones de pesos) en dos cuotas pactadas para diciembre de 2023 y enero de 2024. Es importante hacer énfasis en que este dinero solamente correspondía a los derechos de organización y no incluye los demás gastos de rubros necesarios como construcción y adecuación de escenarios, logística ni promoción.

Entre verdades y mentiras

Como es normal en el mundo político de un país subdesarrollado como Colombia, cuando hay un problema cada quien intenta desligarse der la responsabilidad. No podía ser excepción y desde varios lados ha salido información para justificar los hechos y salvarse de los señalamientos, algunas veces con argumentos reales y otras veces con razones débiles o falsas.

Un primer punto a aclarar es el que se ha utilizado para culpar al gobierno anterior de Colombia, en cabeza del presidente Iván Duque. Es cierto que había un primer plazo para hacer el desembolso, sin embargo, este se movió, debido a que era para mediados de 2022, cuando esa administración nacional estaba a punto de acabar para cederle el poder a Gustavo Petro, actual presidente del país.

La primera ministra del Deporte del gobierno Petro fue la ex levantadora de pesas y medallista olímpica María Isabel Urrutia, quien estuvo en funciones entre agosto de 2022 y febrero de 2023, saliendo del cargo en medio de un escándalo por firma indiscriminada de contratos por cerca de $23.000 millones de pesos y que el mismo presidente calificó como “Actuaciones indelicadas con el presupuesto de la nación”.

Urrutia atendió una entrevista con Canal 1 en la noche del jueves 4 de enero en la que intentó dar claridad sobre algunos puntos. Entre estos, aseguró que la realización de los Juegos Panamericanos no era un gasto contemplado por Petro y que ella lo convenció de otorgar las firmas necesarias bajo el compromiso de que su ministerio se encargaría de conseguir los recursos, aspecto que la llevó a tocar la puerta de países como España y Estados Unidos. También respaldó con fotografías que ella lideró la conformación del Comité Organizador de los Juegos y estuvo visitando los escenarios deportivos en Barranquilla, evidenciando que la ciudad no tenía toda la capacidad para albergar el certamen y se contempló sumar a los municipios de Malambo y Puerto Colombia.

En lo que María Isabel Urrutia no acertó fue en explicar que, cuando ella se posesionó como ministra, no hubo información sobre los Juegos Panamericanos en el proceso de empalme y que había sido su gestión la encargada de recavar cómo iba todo el asunto y lo que se necesitaba para avanzar. No obstante, hay un documento memorial con la firma de la exministra en el cual consta que sí fue informada por parte del anterior gobierno:

¿De quién es la culpa?

Como se venía diciendo, la pelota ha venido rebotando. Ya se contó que el primer plazo sí estaba en el gobierno de Iván Duque, cuando Guillermo Herrera era ministro del Deporte, pero que la fecha se movió debido a que se aproximaba el cambio de mandato. Está claro que no fue por esa primera prórroga que la sede de los Juegos se perdió, pues, después de todo, el gobierno de Gustavo Petro tuvo un año y medio (37% del tiempo total en el poder) para organizarse. Tras la salida de Urrutia en febrero de 2023, el ministerio quedó en cabeza de Astrid Bibiana Rodríguez.

En algún momento de estas agitadas horas, también se intentó culpar a la Alcaldía de Barranquilla desde algunos sectores, indicando que el pago de los $8 millones de dólares faltantes también le correspondían a la ciudad sede. Nada más alejado de la realidad. W Radio reveló el acta de una reunión del Comité Organizador de los XX Juegos Panamericanos sostenida el 7 de noviembre de 2023. Entre otras cosas, ese documento muestra claramente que se habló sobre el dinero y la urgencia de pagarlo en el plazo:

De hecho, sobre el punto pendiente en ese momento de qué persona iba a ir a Santiago de Chile para recibir la bandera, terminaron siendo Astrid Bibiana Rodríguez, ministra del Deporte, y Jaime Pumarejo, exalcalde de Barranquilla. Alejandro Char acaba de asumir como dirigente ejecutivo de la ciudad y se ha encontrado con todo este problema. Como se evidencia, la ministra aseguró en la reunión que ya tenía los $8 millones de dólares.

En la rueda de prensa ofrecida el 3 de enero pasado, la jefe de cartera volvió a confirmar que el dinero sí estaba. La pregunta que queda es: ¿por qué, si los recursos ya estaban en manos del Ministerio, no fueron desembolsados a favor de Panam Sports en los tiempos establecidos?

Como ejemplo, si una persona tiene el dinero para pagar la factura del servicio público de energía, pero olvida hacerlo o decide demorarse más de la cuenta, lo que normalmente sucede es que la empresa proveedora suspende el suministro. Es simple. Por más que la pelota haya rebotado hacia distintos lados, siempre vuelve al mismo lugar. Es evidente que el Ministerio del Deporte, en cabeza de Astrid Bibiana Rodríguez, cometió un error de falta de gestión y organización. Por esto, el Congreso ya la ha citado para debate de control político y la Procuraduría está investigando presuntas faltas a los deberes de la servidora pública.

¿Hay posibilidad de recuperar la sede para Barranquilla?

Este resulta ser un cuestionamiento cruel con la mayoría de colombianos. Se habla de los esfuerzos por parte del presidente Gustavo Petro por recuperar la sede, acudiendo a la influencia política de otros líderes de la región, como el presidente de Chile, Gabriel Boric. En este momento, hablar de posibilidad, es remitirse al adagio popular que reza “la esperanza es lo último que se pierde”.

Sin embargo, es preciso dar un baño de realidad. Que Panam Sports eche para atrás una decisión ya adoptada, consensuada, notificada y publicada es muy complicado. Cuando se está haciendo la publicación de un comunicado de prensa, las instituciones tienen que tener especial cuidado con los adjetivos que se utilizan. El documento emitido dice que la “determinación indeclinable” es retirar la sede.

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