Gervasio Deferr, en el Día Mundial de la Salud Mental: “Nadie está a salvo de su propio cerebro”

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El podcast de Olympic Channel presenta:
El medallista olímpico habla sobre la Salud Mental | @Gervasiodeferr

El podcast de Olympics entabló una conversación con Gervasio Deferr, doble campeón olímpico español en salto de caballo, quien, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, habló de su experiencia en este tema, en específico, sobre la apertura que la sociedad ha tenido para esta temática pues antes no se le daba la importancia que merece, así como la necesidad que se tiene de expresarlo para buscar ayuda a tiempo.

La presión como deportista

“La presión en el deporte siempre me ha gustado. A diferencia de muchos atletas que tiemblan cuando van a competir, yo temblaba cuando no estaba compitiendo. Para algunos atletas la autoexigencia era algo negativo, les jugaba en contra. Otros gimnastas necesitaban aprender a competir, pero yo no. Era mi gasolina, mi potencializador. Nunca me hizo sufrir. Hemos hecho trabajo psicológico pero el mío ha sido por temas personales”.

¿Cómo se trataba el tema de la salud mental hace 23 años?

“Ni se conocía. Los profesionales no habían invertido el tiempo necesario para observar estos temas en deportistas. Existieron casos en los que la pasaron mal, habiéndolo tenido todo, pero se pensaba más que dicho problema era con base a la persona. Tiene sentido por todo lo que nos metemos en la cabeza durante tantos años para lograr ser el mejor, al final te hace mella”.

“Hoy en día se ha normalizado. Hizo una gran labor Simone Biles en los últimos Juegos. Todo el mundo piensa que competir es lo más importante, pero por delante estoy yo. En mi momento no necesité hacer este tipo de cosas, pero después sí necesité ayuda. Me volví loco más tarde cuando se me acabó el deporte porque me quedé sin objetivos, me quedé perdido. Simone Biles y sus compañeras han tenido que salir a decir que no pueden más y me parece genial. Hace 23 años estaba estigmatizado”.

Las redes sociales

“Nosotros no teníamos redes. En ese sentido, era más fácil aislarse de todo. Era positivo. Era complicado hacerse conocido o famoso para que te repercutiera económicamente, pero vivías más tranquilo. Con el pasar de los años me abrumó la respuesta de toda la sociedad en redes. Personas que, aunque no les gustara el deporte, estaban al pendiente de ti porque habían vivido una situación semejante a la tuya. Si con mi historia puedo ayudar a una sola persona, habrá valido la pena. Al final no es el deporte, somos las personas que podemos salir heridas. Le puede pasar a todo el mundo, nadie está libre, ni a salvo de su propio cerebro”.

¿Por qué revelar tus problemas de alcohol y drogas?

“Cuando entiendes que a quien más daño le haces es a ti mismo y a tu círculo más cercano, lo mejor que puedes hacer es verbalizarlo porque sé que puedo ayudar a la gente. Lo que más te libera es sacarlo. Yo cada día tengo que recordar todo lo que he pasado, el por qué he pasado por ello y por qué no quiero volver a pasarlo. No olvido, pero tampoco me castigo todos los días. Todo es parte de seguir trabajando”.