“Es temprano para sacar conclusiones con el futuro de Checo Pérez en Red Bull, pero la dirección es indudablemente la correcta”

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Tal como sucedió el año pasado con el tropiezo en Singapur, no hubo que esperar mucho para que Red Bull reaccionara y se reencontrará con la victoria tras el de GP Australia 2024 y como coincidencia en el siguiente Gran Premio, que fue el de Japón, la reacción fue contundente porque fue coronada con el 1-2 de Max Verstappen y Checo Pérez.

Este resultado es positivo por una competitividad que se mantiene a pesar de un inicio de fin de semana poco satisfactorio para sus dos estrellas. Pero quizá lo sea todavía más porque todo parece indicar que las polémicas al interior del equipo no han afectado el rendimiento de la parte técnica, la directiva y, particularmente la del talento, que se encarga de dar los resultados sobre la pista.

Max Verstappen hizo el impecable trabajo acostumbrado, no obstante, que desde la pole enfrentó una segunda arrancada propiciada por la bandera roja debido al incidente entre Alex Albon y Daniel Ricciardo. El campeón reinante volvió a dominar de punta a punta sin poner una rueda en el lugar equivocado para alcanzar su tercera victoria en las cuatro carreras de inicio de temporada.

Y habrá que resaltar la actuación de Checo Pérez, quien redimió el poco satisfactorio trabajo en Melbourne con una actuación también impecable que muestra la fortaleza mental esperada, cuya cereza del pastel fueron las seis milésimas de diferencia con Max en la calificación y su magnífico resultado.

Es temprano para sacar conclusiones respecto al futuro de Checo Pérez en el equipo, pero la dirección es indudablemente la correcta.

Así de claro.

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