Juan Pablo Montoya y su relación con los hermanos Schumacher: “Lo destruí mentalmente”

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Juan Pablo Montoya, ex piloto de F1 y ganador de 7 Grandes Premios

El piloto colombiano Juan Pablo Montoya fue una de las grandes figuras latinoamericanas que tuvo la Fórmula 1 a lo largo del tiempo que hizo parte de los equipos Williams y McLaren entre el 2001 y el 2006. Su forma de conducir agresiva, así como su confianza en sí mismo le permitieron brillar en algunas de los Grandes Premios más importantes como el de Mónaco, pero también ganarse uno que otro ‘enemigo’.

Tal fue el caso de los hermanos Ralf y Michael Schumacher, pilotos con los que tuvo la posibilidad de luchar mano a mano en las diferentes pistas y con los que tuvo uno que otro encontronazo. Especialmente con el mayor de los Schumacher quien, en ese entonces, hacía parte del equipo que dominaba la Gran Carpa, Ferrari.

Motoya, quien pasó por los micrófonos oficiales de la Fórmula 1 para hacer parte del primer episodio del podcast Beyond The Grid, dirigido por Tom Clarkson, se refirió sobre lo que fue esta rivalidad con los pilotos alemanes.

En primera instancia, ante la pregunta sobre su relación con Ralf, Montoya no dudó en resaltar las cualidades de su compañero de equipo: “Honestamente, Ralf era muy bueno. Era demasiado rápido. Él jugó conmigo por mucho tiempo y fue bastante insoportable. Era demasiado difícil por las cosas que podía hacer con el carro a una vuelta. Era demasiado irreal y frustrante no poder igualarlo en un comienzo”, aseguró.

Sin embargo, el bogotano de 48 años reveló cómo logró dar un paso al frente y ponerlo en jaque: “El problema fue que lo destruí mentalmente. Nosotros casi no hablábamos porque ahora con las redes sociales, los equipos son mejores amigos, salen juntos y van y juegan paddle, pero en mi tiempo yo no hablaba con nadie. Yo venía con la mentalidad de no hacer amigos. Ahora todos son amigos y son buenas personas y es muy difícil ser un cabrón cuando eres buena persona. Es muy difícil atacar al otro y lanzarle el carro cuando te cae bien”, agregó.

Cero respeto por Michael

Aunque en aquella época Michael ya era toda una leyenda, Montoya no comió cuento de eso, por más que los demás lo tuvieran en un pedestal, y siempre estuvo dispuesto a darle la pelea al piloto alemán en la pista.

“El único problema con Michael es que nadie le competía. Cuando Michael venía desde atrás, todos se corrían y lo dejaban pasar y eso me molestaba mucho. Eran como ‘es Michael no lo hagamos enfadar’. Todo el mundo le tenía mucho respeto y yo era tan cabrón manejando y la gente pensaba que yo era un loco, que funcionaba. Porque cuando les tiraba el carro, ellos sabían que yo no me iba a mover entonces había dos opciones o te corrías o nos estrellábamos”.

Por otro lado, Montoya no dudó en hacer público una experiencia que vivió con Michael y con Rubens Barrichello, compañero de equipo del alemán. De acuerdo bogotano, hubo una única vez en la que se cruzaron palabras, pues ambos no acostumbraban a tener comunicación alguna.

“La única vez que hablé con Michael fue cuando yo corría en BMW y el seguía en Ferrari y nos invitaron a una fiesta después de la carrera. Estábamos Michael y Rubens y los tres nos emborrachamos”, narró el colombiano.

Montoya dejó una huella imborrable en la Fórmula 1. Durante el tiempo que estuvo en la máxima categoría del automovilismo consiguió ganar siete Grandes Premios, incluido uno de los más prestigiosos, el GP de Mónaco. Su estilo de manejo y su hambre de victoria lo llevaron a dejar la bandera de Colombia en lo más alto y esto lo ratifica su forma de pensar: “Voy a demostrarle a todos que están equivocados. La forma en la que yo lo veía era que si tú puedes, yo puedo hacerlo mejor”.

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