El Tibio Muñoz, a 55 años de su nado inmortal

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Hace 55 años, Felipe Muñoz Kapamas, mejor conocido como ‘El Tibio’, grabó su nombre con letras de oro en la historia del olimpismo mexicano: Se convirtió en el primer y único mexicano en ganar una medalla de oro en natación, específicamente los 200 metros pecho, durante los Juegos Olímpicos de México 1968. El logro de Muñoz sería una de las tres medallas doradas que los atletas aztecas consiguieron en esa justa.

Previo a la final

Muñoz, nacido en la Ciudad de México en 1951, nunca fue considerado entre los favoritos para el evento, que contaba con el campeón olímpico en 1964, el australiano, Ian O’Brien, y el poseedor del récord mundial, el soviético, Vladimir Kosinsky.

A pesar de ello, el Tibio estaba convencido que debía ganar frente a su gente, pues le comentó a unos amigos días antes de la final: “O gano o me ahogo”, y con la misma determinación afrontó la prueba en la alberca olímpica. Sorprendió a todo el mundo cuando clasificó a la final con el tiempo más rápido.

Su padre, Felipe Muñoz, antes de la final, le comentó que la posición en la que terminase era secundario, que con lo que había conseguido y estar presente en la final era un orgullo para la nación.

“Hoy la gente viene no a verte ganar, sino a verte dar un buen esfuerzo”, le dijo su padre, a lo que respondió: “No, papá. ¡Yo voy a ganar!”.

Una victoria inesperada

En la final, el mexicano, quien partió desde el carril cuatro, se enfrentó a tres nadadores de la Unión Soviética y a dos de Estados Unidos, por lo que no era favorito para ganar. El público animaba a su nadador al grito de “México, México, México”

Tras 150 metros, el soviético mantenía una mínima ventaja sobre Muñoz, quien, motivado por el público local que gritaba cada vez más fuerte, se acercó al líder.

El cierre en los últimos 50 metros fue dramático, con la victoria para el mexicano con un tiempo de 02:28.07, tan sólo cinco décimas sobre el soviético, lo que lo convirtió en el primer mexicano en ganar una medalla de oro en la natación.

También, el logro del Tibio fue la primera medalla de oro de México en la justa y sigue siendo la única medalla dorada para el país azteca en dicho deporte.

El legado del Tibio en el deporte mexicano

Tras su participación en los Juegos Olímpicos de México 1968, Muñoz participó también en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, donde fue el abanderado de la delegación mexicana.

En su vida después del deporte, el Tibio fue el jefe de la delegación mexicana que fue a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. También, fue el presidente de la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) de 1985 a 2001, cuando tomó el cargo de presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), hasta 2012, cuando incurrió en una carrera política.

Durante su gestión del COM, México tuvo su mejor participación en unos Juegos Olímpicos fuera de casa, en Londres 2012, donde la delegación azteca conquistó ocho medallas olímpicas: un oro, tres platas y cuatro bronces.

Asimismo, fue pieza fundamental en la campaña y elección de Guadalajara como sede de los Juegos Panamericanos en 2011 y de Veracruz para los Juegos Centroamericanos de 2014. Además, consiguió los patrocinios de Atlética y LG para el Comité, lo cual fue reconocido por el entonces presidente de la CONADE, Nelson Vargas.