Canícula en México: Mitos, realidades y todo lo que se sabe, según la UNAM y expertos meteorológicos

En el país existen muchos mitos sobre este patrón climatológico, pero muchos de ellos no tienen una base científica que lo explique con precisión

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La llamada ‘canícula’ suele asociarse con un aumento del calor y sequía en el verano. En México, su mención genera dudas, confusión y una serie de mitos. Expertos en meteorología y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han explicado en qué consiste este fenómeno, cuáles son sus características reales y cómo se interpreta en el contexto climático nacional.

¿Qué es la Canícula y por qué se asocia con la temporada de calor?

El término ‘canícula’ tiene un origen antiguo relacionado con la observación de la estrella Sirio. En términos meteorológicos, se ha utilizado para describir un periodo de calor intenso y disminución de lluvias que se presenta después del inicio del verano.

En algunas regiones de Centroamérica y el Caribe, este fenómeno es conocido como ‘veranillo’ o ‘sequía de medio verano’. Consiste en una pausa de la temporada de lluvias, que puede durar entre una y tres semanas. Su ocurrencia y duración dependen de diversos factores atmosféricos y no es igual en todo el país.

¿Hay Canícula en México? Esto explica la UNAM

De acuerdo con el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, el término canícula se utiliza para referirse a la disminución de las lluvias en el mes de julio. Sin embargo, los especialistas aclaran que este fenómeno no se presenta de manera uniforme en todo el país.

El patrón climático identificado como canícula se ha observado principalmente en la región del Golfo de México, la Península de Yucatán y el sureste del país, por lo que dicho sector de la población creen fervientemente en este suceso climatológico. En otras zonas, como en el altiplano central, no hay evidencia clara de su presencia sistemática.

Los investigadores de la UNAM también precisan que la canícula no se manifiesta necesariamente como un aumento de temperaturas extremas, sino como una reducción temporal de la precipitación, dentro de la temporada de lluvias.

Sequía de medio verano o Canícula: ¿Qué ocurre realmente en el país?

La llamada “sequía de medio verano” ha sido estudiada con base en registros climáticos. En estos análisis, se ha observado que, en promedio, las lluvias disminuyen durante julio en algunas regiones. Esta reducción puede ser más evidente en zonas como Chiapas, Veracruz, Tabasco y Campeche.

No obstante, la variabilidad interanual del clima en México hace que no todos los años se registre esta pausa de lluvias. Por lo tanto, la canícula no debe considerarse un evento climático que ocurre de manera sistemática ni a escala nacional.

El fenómeno está influido por patrones atmosféricos a gran escala como la Oscilación del Atlántico Norte o la actividad de ondas del este, que modulan la llegada de humedad a la región.

Mitos de la Canícula, según expertos en meteorología

En redes sociales circulan diversos mitos relacionados con la canícula, muchos de los cuales no están respaldados por evidencia científica. Entre ellos se encuentran:

La creencia de que las temperaturas alcanzan su punto máximo durante la canícula, lo cual no es necesariamente cierto, ya que los picos de calor pueden registrarse en otros momentos del verano.

La idea de que la canícula es una ola de calor, cuando en realidad se trata de un fenómeno relacionado con la precipitación, no con las temperaturas.

La afirmación de que se presenta en todo el territorio nacional, aunque los registros muestran que se limita a ciertas regiones del país.

Especialistas en meteorología han insistido en que el término debe usarse con precisión, tomando en cuenta su contexto climático y geográfico. También recomiendan evitar la difusión de información alarmista o sin sustento técnico. De hecho, muchos advierten a agricultores que no hagan caso a estos mitos y que mejor se preparen con abastecimiento de agua para sus plantíos y ser precavidos para los momentos de sequía.

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