Muere Felix Baumgartner a los 56 años de edad: el hombre que desafió la estratósfera y rompió la barrera del sonido

El austríaco falleció este jueves 17 de julio de 2025 en un accidente en Italia

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Felix Baumgartner, el hombre que conquistó los cielos con una de las hazañas más extraordinarias de la historia moderna, murió este jueves 17 de julio de 2025 a los 56 años de edad, tras sufrir un accidente mientras pilotaba un paramotor en la localidad italiana de Porto Sant’Elpidio, en la provincia de Fermo.

Según informó el medio italiano La Repubblica, Baumgartner se sintió mal durante el vuelo, perdió el control del aparato y terminó precipitándose dentro de la piscina de un complejo hotelero. En la caída golpeó a una mujer que se encontraba en el lugar. Ella resultó herida, aunque su situación no es de gravedad.

Las autoridades italianas ya iniciaron una investigación para determinar las causas exactas del accidente. La principal hipótesis apunta a un posible malestar físico del austríaco mientras maniobraba en el aire.

El salto que cambió la historia

Baumgartner entró en la leyenda el 14 de octubre de 2012, cuando millones de personas en todo el mundo siguieron en vivo el salto más audaz jamás realizado por un ser humano. Como parte del proyecto Red Bull Stratos, el exmilitar se elevó en una cápsula presurizada hasta los 39 mil 43 metros de altitud, en pleno borde de la estratósfera.

Desde allí, y tras minutos de tensión absoluta, se lanzó al vacío en caída libre. En apenas 40 segundos, alcanzó los 1,342 km/h, convirtiéndose en el primer humano en romper la barrera del sonido sin asistencia mecánica. Lo logró en un entorno en el que la velocidad del sonido se reduce por la baja densidad del aire: unos 1,110 km/h en la estratósfera, frente a los 1,243 km/h en condiciones atmosféricas normales.

Aquella hazaña, transmitida en vivo a todo el planeta, no solo desafió los límites del cuerpo humano, sino también los de la física, la medicina y la ingeniería. El mundo contuvo el aliento mientras su silueta caía a velocidades supersónicas antes de abrir su paracaídas y aterrizar, sano y salvo, en el desierto de Nuevo México.

Una vida en caída libre (y ascenso constante)

Pero el salto estratosférico fue apenas una cumbre en una carrera plagada de desafíos al abismo. Baumgartner había construido su reputación mucho antes con proezas de vértigo:

• Voló desde las icónicas Torres Petronas de Kuala Lumpur.
• Cruzó el Canal de la Mancha en caída libre con un ala de fibra de carbono.
• Realizó el salto BASE más bajo de la historia, desde el Cristo Redentor en Río de Janeiro.
• Saltó desde rascacielos, puentes y acantilados alrededor del mundo, convirtiendo el riesgo en una forma de arte.

Nacido en Salzburgo, Austria, fue paracaidista del ejército austriaco antes de dedicarse por completo a los deportes extremos.

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