¿De quién fue la culpa de la alineación indebida de Atlético Nacional contra Bucaramanga?

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Mucha gente está apuntando hacia el director técnico, pero la realidad es que el fallo tiene a otro cargo como el principal responsable.

Mario Cadavid y Javier Gandolfi, en un partido. - Vizzor Image.
Mario Cadavid y Javier Gandolfi, en un partido. – Vizzor Image.

Con el percance que sufrió Atlético Nacional en su más reciente partido frente a Atlético Bucaramanga, todas las miradas se fueron hacia Javier Gandolfi. No es secreto que el director técnico viene siendo blanco de críticas por gran parte de la afición después de la eliminación en la Copa Libertadores. Ahora se habla con fuerza de su salida inminente del cargo y todo apunta a que va a ser por cuenta de la alineación indebida.

Aunque la imagen del argentino ya venía perjudicada, que perdió jugando buena parte del partido con un hombre más y que el mal arbitraje de Luis Matorel no alcanzó ni siquiera para un empate, parece que el hecho de los cuatro extranjeros en cancha es la gota rebosó el vaso. No obstante, este suceso poco frecuente ha servido para algunos personajes de la opinión pública queden en evidencia.

Concretamente, se habla de periodistas y panelistas de ciertos programas de televisión y radio, quienes, intentando explicar de quién es la culpa, no han hecho más que terminar de confundir al público. Algunos apuntaron directamente hacia Gandolfi y otros, incluso, llegaron a señalar a Billy Arce y a los demás jugadores por un rol en el que, evidentemente, ni tienen responsabilidad alguna.

Para aclarar el asunto hay que empezar aclarando algo: no se puede quitar la carga completa de esta situación al director técnico, pues es la persona que mejor debe tener el equipo en la cabeza y las sustituciones que puede realizar según los límites establecidos de número de cambios, cantidad de momentos para hacerlo y las restricciones de nacionalidad. Sin embargo, hay otra persona que sí tiene la totalidad del asunto en sus manos y a la que verificar los requisitos se le obliga por ser parte de sus funciones.

Se habla concretamente del delegado, que, en el caso de Atlético Nacional, es Mario Cadavid. El club lo presenta en su sitio web como coordinador deportivo, pero su presentación oficial ante las autoridades y los protocolos es el delegado. Como se mencionó, hay mucho desconocimiento sobre el papel que desempeña este rol y por ello es que no se está apuntando hacia esta figura en la situación concreta.

El delegado de los clubes es parte del personal de apoyo que el equipo tiene en el banquillo técnico para diversas funciones, así como sucede con el médico, el kinesiólogo o los utileros. Se trata de una figura con funciones administrativas durante los partidos y que se convierte en la cara la institución ante las autoridades.

Su principal trabajo durante un encuentro en desarrollo va de la mano con el cuarto árbitro, a quien se debe acercar para ordenar los cambios en unas papeletas que constatan la modificación y que solamente se le reciben a él. Es por eso que muchas veces se ve que el delegado de un club es quien habla con el colegiado auxiliar antes de las variantes y no va el mismo director técnico, el asistente o el portero suplente a encargarse de ese tema. Si no, ¿para qué más ocuparía un lugar en el banquillo y en la planilla del partido?

Para complementar, algunas de las funciones de este cargo pueden ir más allá de juegos por lo contemplado en la organización del club, el reglamento del campeonato o en el Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol. Rendir declaración en el acta del partido, coordinar viajes, gestionar la logística, ordenar a los recogebolas, asistir a sorteos como último ítem para desempatar una posición o recibir las medallas adicionales en premiaciones son algunas, pero su sol principal está precisamente en verificar que los cambios se hagan de manera correcta.

Explicado esto, sigue quedando la pregunta de por qué es el director técnico el que paga las consecuencias y la verdad es que no es la primera vez que ocurre. Ya hace varios años, una situación similar le costó el cargo a Alexis Mendoza en Junior y era hasta ahora el caso más conocido. Algo que podría explicar por qué sucede de esa forma es que los delegados son empleados directos de cada club con contrato a término indefinido y suelen durar largos periodos de tiempo cumpliendo la función. Si el tema con la dirección técnica ya venía desgastado, pues la ocasión se hace propicia para cesar al entrenador.

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