El ‘Mayday’ de Millonarios, una falla de cuatro motores

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El mal arranque que el Embajador ha tenido se puede analizar desde varias aristas que necesitan trabajo urgente.

Santiago Giordana y Jan Carlos Angulo disputan la pelota. - Vizzor Image.
Santiago Giordana y Jan Carlos Angulo disputan la pelota. – Vizzor Image.

El arranque de Millonarios en la Liga BetPlay Dimayor 2025-II ha sido pésimo. El mal juego que mostró en los dos primeros partidos del semestre fue acorde con los resultados, situación que hoy tiene al equipo bogotano en medio de una caída a pique.

Sin embargo, como el resultado no resiste análisis y, de cualquier manera, será malo siempre que se pierda, hay que encontrar los motivos para el bache. Seguramente, se podrán encontrar decenas de aspectos por mejorar, pero seguramente todos ellos se pueden clasificar en cuatro aristas. Haciendo un paralelismo con la aviación, Millonarios ha tenido fallas en cuatro motores de su avión.

Baja visibilidad

Lo primero a decir en este punto es que se ve totalmente ilógico apoyar la idea de que el bajo rendimiento en el inicio se deba a la falta de gestión en el mercado de fichajes. El Embajador ha tenido ocho altas confirmadas y está próximo a anunciar al brasileño Bruno Savio. Esto, para remplazar a nueve bajas de futbolistas que tomaron otros rumbos y que, por cierto, varios de ellos eran un pedido general de la opinión pública. Entonces, sí ha habido gestión.

Un primer aspecto que ha generado el desastre es que David González recién está observando los elementos a disposición y el panorama que le ofrece su equipo. Los jugadores que han llegado recién están entrando a la idea y el director técnico necesita ver qué opciones tiene al alcance de la mano para pilotar de la mejor manera esta nave.

Piezas faltantes

Hilado a lo anterior, hay elementos antiguos de gran importancia que todavía no han podido actuar. Este es el caso de jugadores como Nicolás Arévalo y Mackalister Silva, quienes siguen en recuperación de sus lesiones y están haciendo una enorme falta. Lo de Leonardo Castro ya es un tema con vistas a un plazo más largo y por eso es importante encontrar soluciones prontas para la posición de centrodelantero. Lastimosamente, la oportunidad no fue aprovechada por Luis Marimón ni Juan Esteban Carvajal, mientras que titularidad no se le ha otorgado a Santiago Giordana.

No obstante, también están las novedades que no se han estrenado. Jorge Cabezas Hurtado es el ‘9’ que Millonarios fichó con la esperanza de mejores resoluciones en el área y Cristian Cañozales se ve hoy como un relevo para su posición habitual de extremo por derecha. Otro al que falta ver es al portero Guillermo de Amores. Para que se haga honor a la verdad, las actuaciones de Diego Novoa en el arco han sido buenas y sus intervenciones ha estado a la altura, al punto en que los dos goles recibidos hasta ahora no han sido responsabilidad suya. El problema no está ahí.

Partes oxidadas

No está claro si es producto de la readaptación a la competencia, pero hay futbolistas que no están mostrando un buen nivel y aquí toca pasar por la vergüenza de individualizar los errores que le han costado a Millonarios las dos derrotas. Uno es Daniel Ruiz, que jugó mal y desperdició penalti en duelo frente a La Equidad. No es la primera pena máxima que erra, así que ya estaba dicho que es uno de sus puntos flacos. ¿Por qué sigue pateando las ocasiones de mejor oportunidad de gol que otorga el fútbol? Ese es el tema a revisar. Frente a Llaneros, ingresó sin dar mayor aporte.

El otro señalado es Danovis Banguero. De él se sabe que no es un jugador dotado técnicamente, pero su experiencia venía siendo el semestre anterior un sello de garantía para tomar decisiones acertadas, así estas significaran enviar la pelota al saque de banda o reventar a cualquier parte lejos del área defendida. El gol de Llaneros vino por un error completo de él, al querer hacer un amague para jugar hacia el medio, mostrar un retroceso a la estela del atacante y, para completar, quedarse frenado en una zona donde dejaba habilitados a todos los rivales que pisaban el área.

Incendio provocado y presurización

La cuarta falla es externa al equipo y, tal vez, radique en la manera en que se está asumiendo al interior. Ya es un hecho comprobado que el hincha colombiano sabe mucho de táctica, pero es ignorante sobre aspectos como el funcionamiento del negocio del fútbol, los reglamentos y las instituciones deportivas. Esto ha abierto el paso a que la desinformación y las maneras tendenciosas de presentar información en medios de comunicación sean alabadas.

En medio de situaciones complicadas como las vividas en los dos semestre de 2024 para quedarse afuera de la final con panoramas ampliamente favorables, hay quienes han esperado pacientemente como buitres para caer sobre la carne fresca. Ávidos de drama y con un deseo de hacerse notar como revolucionarios y líderes antisistema, otros desempolvan las pancartas, ya amarillentas, que tuvieron que mantener guardadas mientras los resultados eran buenos.

Resulta curioso que sean precisamente ciertos medios partidarios los que quieran echar más gasolina sobre el fuego encendido, incapaces de tener un equilibrio propio del periodismo para también hacer notar lo que se está haciendo bien. Cuando hablan desde la derrota, tienen la razón en sus críticas; cuando lo hacen desde la victoria, son héroes mayores que los que se lo ganaron en el campo. Ganan con cara y con sello.

Lo cierto del asunto es que poco se puede hacer ante el escudo de la libertad de expresión, que muchas veces es cobarde. Lo que sí tiene que trabajar el club desde adentro es la manera en que esos incendios provocados puedan estar afectando la parte anímica y el comportamiento del equipo en cancha. Liberar la ansiedad o aprovecharse de ella para ganar vuelo es posible.

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