El VAR ya es el principal problema para la Liga BetPlay Dimayor 2025-II… ¡tras dos partidos!

El primer día de competencia del semestre tuvo fallas técnicas y humanas, que ya van dejando malas sensaciones alrededor del arbitraje.

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Lo que se suponía que debía ser un viernes de fútbol tranquilo en el arranque de la Liga BetPlay Dimayor 2025-II resultó al contrario. Ya se volvió costumbre que el campeonato de primera división arranque con líos, continúe de la misma manera y finalice igual. El arbitraje volvió a ser el dolor de cabeza y eso que solamente se jugaron dos partidos en el primer día de competencia.

El primer problema llegó con las cámaras disponibles en el partido entre Llaneros y América. Una hora antes del inicio, Dimayor informó que el VAR trabajaría a medias, pues deslizamientos afectaron la llegada de la móvil de la transmisión de televisión por la vía de Bogotá hacia el Llano.

Falencias técnicas

Dicho inconveniente se hubiese evitado si el fútbol colombiano contara con una tecnología que cumpla los estándares con los que fue ideado de video assistant referee, que indicaba en un inicio que la producción para su funcionamiento debía ser distinta a la de la televisión.

Esto se ideó precisamente para que un inconveniente con la transmisión al público no alterara el desarrollo normal de los partidos y también por un asunto de transparencia. No obstante, se decidieron por tener un sistema arcaico. Aparentemente, por fortuna y buena suerte, el árbitro Steven Camargo no necesitó apoyarse en alguna revisión para decidir una jugada. Sin embargo, será difícil saber si fue que en realidad no hubo manera de que el VAR pudiese revisar acciones puntuales.

Desastres humanos

Los problemas no solamente fueron técnicos, sino que el asunto humano volvió a pifiar. Kéiner Jiménez es un habitual protagonista de los escándalos del fútbol en Colombia y la Comisión Arbitral de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) se sigue empeñando en colocarlo como VAR. Su actuación durante el partido entre Once Caldas y Atlético Nacional volvió a dejarlo retratado.

La primera situación sucedió cuando el cuadro Verdolaga iba ganando 0-2. Se presentó una acción en la que el juez central y el asistente de línea habían señalado un saque de meta a favor de la visita. Pasaron cerca de 10 segundos antes de que, sin una explicación aparente, los árbitros de campo cambiaran su decisión y concedieran tiro de esquina a favor del cuadro albo.

No se sabe y seguramente no se sabrá, pero la única conclusión es que el VAR se lo avisó, cosa que está prohibida, pues los tiros de esquina no hacen parte de las cuatro situaciones susceptibles de revisión. El cobro en corto derivó en la mano y el penalti que significó el descuento para el cuadro local, pero el nacimiento de la jugada se dio de manera dudosa por lo explicado anteriormente. Valga la ocasión para decir que la mano fue clarísima al frente de Betancur y su asistente, así que resultó insólito que hayan necesitado apoyo para sancionarla.

Error induicido

Después, ya en el tiempo de adición del duelo en Manizales, el juez central, Carlos Betancur, estaba cerca de una acción en la que Matheus Uribe hizo una entrada fortísima y en zona sensible sobre Luis Sánchez. El colegiado no dudó en mostrar la tarjeta roja, pero fue llamado por Jiménez para una revisión en pantalla.

Parece que el único argumento para que la acción fuera considerada como posible error claro es que el contacto no había sido con los tacos del botín, como si esa fuera la única razón para expulsar a un jugador. Al final, se dejó el asunto en tarjeta amarilla y el árbitro principal fue el que tomó la última decisión, influenciado por un llamado incoherente del VAR.

No cabe duda que los recientes cambios que ha aplicado Dimayor y los anuncios de su presidente, Carlos Mario Zuluaga, de lo que se quiere innovar para el 2026 son aspectos muy positivos para mejorar el espectáculo. No obstante, el trabajo de la FCF con su Comisión Arbitral le está embarrando la gestión a la entidad de la primera división.

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