Hernán Torres, para Millonarios: “Ese es”

Un ejercicio de memoria lleva a recordar que el nuevo director técnico del Embajador brinda garantías y buenas sensaciones.

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* La firma de Nicolás Flórez Parra.

Pasadas las 11 de la noche del miércoles, cuando Millonarios perdió con Unión Magdalena en El Campín, las conversaciones sobre qué debía pasar ahora fueron inmediatas. Mientras contaba en casa un par de posibilidades que podrían presentarse durante la conferencia de prensa de David González, recibí un mensaje de mi jefe en el que me preguntaba quién me gustaría que asumiera y qué sería lo mejor para el Embajador, entre dejar a un encargado hasta diciembre o apresurarse a buscar.

La respuesta que di no tuvo titubeos: “No. Que quede cualquiera encargado y que se apresuren a llamar a Hernán Torres, pero toca traer al titular ya. Torres creo que no ha arreglado con nadie. Ese es“.

Más allá de cualquier información que pudiera tener por mi labor como periodista, ya mi cabeza había estado dándole vueltas al asunto. Hice el ejercicio, una y otra vez, de pensar en nombres con experiencia, que estuvieran libres, que fueran posibles y, sobre todo, que pudieran asumir de inmediato (cosa que fue especialmente resaltada por Enrique Camacho durante la rueda de prensa del jueves). La reflexión siempre me llevó al mismo lugar: la mejor opción es Hernán.

Su nombre había estado rondando en medios de comunicación durante varios días por el interés que había de parte de dos equipos de la segunda división, pero lo cierto es que el ibaguereño está para más. Se trata de un director técnico que ya demostró en Colombia y a nivel internacional que sabe cómo construir proyectos y dar resultados inmediatos. ¿Qué mejor lugar para volver a demostrarlo que donde comenzó su historia de éxito?

Y es que fue inevitable que mi memoria viajara 13 años atrás para recordar tantas cosas: los goles de Wason Rentería y de Wilberto Cosme, El Campín abarrotado en las gestas de la Copa Sudamericana, el despliegue de Lewis Ochoa y Juan Esteban Ganizita Ortiz, la férrea fuerza de Pedro Franco y Román Torres, la técnica y la entrega de Rafael Robayo, los reflejos de Luis Delgado y Nelson Ramos, además del aporte de cada uno de los jugadores que contribuyeron para aquella estrella 14. Los que estuvimos en el estadio aquel 16 de diciembre del 2012 fuimos unos completos afortunados.

Un recuerdo muy especial que tengo de Hernán fue a inicios del 2013. Fui invitado a presenciar un entrenamiento en el que no había acceso a prensa y el único agente extraño ese día era yo. Todavía conozco esa sensación de hipnosis al ver cómo él mismo, por su pasado en esa posición como jugador, entrenaba a los porteros. Observar el agotamiento extremo en el que quedaba Delgado en el suelo después de cada repetición de atajadas me enseñó a valorar todo lo que hay detrás de la preparación para un partido de fútbol.

Con la experiencia que tiene, estoy seguro de que van a venir cambios positivos, porque además tiene la autoridad para sentar al que sea. Lastimosamente para Millonarios, las probabilidades de clasificar a cuadrangulares tras este mal arranque de semestre son bien reducidas. Le quedan 14 partidos por disputar y, básicamente, necesita ganar 10 para estar en el umbral. Es un reto muy complicado, pero no imposible, menos para el más indicado para el cargo y el momento.

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