Así beneficia la reforma laboral a los clubes del fútbol colombiano: un caso de estudio

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La nueva normativa del país tiene un efecto positivo en la manera en que los equipos enfocan su política de fichajes.

La reforma laboral y el fútbol colombiano. - Vizzor Image.
La reforma laboral y el fútbol colombiano. – Vizzor Image.

Uno de los cambios más relevantes que ha tenido la sociedad colombiana en 2025 ha sido la entrada en vigencia de la reforma laboral. Se trata de un asunto que toca a todos los sectores socioeconómicos y que beneficia, principalmente, a los empleados. Temas como los recargos de horas nocturnas, dominicales y extras o la definición de los tipos de contrato a través de los que demuestra la realidad, no lo que dice un papel, se traduce en condiciones más justas para el trabajo.

Sin embargo, algunas empresas también se han visto favorecidas, específicamente por su propósito comercial y la forma de contratación. Ese es el caso de los clubes del fútbol colombiano, los cuales reciben con buen ánimo un cambio en concreto que ya se aplica a la hora de contraer un vínculo contractual con un jugador.

El tipo de contrato

Por la manera en la que funciona el negocio del fútbol a nivel global, lo más común es que los contratos de los jugadores y los directores técnicos sean a término fijo. Esto permite que al momento del fichaje se puedan establecer unas metas a corto o mediano plazo, según el rendimiento de la persona contratada y la situación empresarial del club.

Las partes se comprometen por un tiempo específico y se dan la oportunidad de analizar si están satisfechos y es eventualmente conveniente renovar el vínculo. Esto se traduce en una seguridad para el jugador de que tendrá remuneración por el tiempo que haya firmado, pero también blinda al club para tener la seguridad de que contará con los servicios del contratado y que podrá decidir si lo deja salir antes a cambio de una remuneración económica. Acá es donde aparecen las famosas cláusulas de rescisión de contrato.

Aunque hay casos raros en los que se establecen contratos a término indefinido, no es lo común, puesto que esto abre la puerta a que el contratado renuncie cuando quiera y el equipo se quede incompleto cuando ya los periodos de inscripción están cerrados o en épocas donde no hay mucho de dónde escoger. Es entonces el contrato a término fijo lo que les brinda mejores garantías a ambas partes.

El punto de la reforma que favorece: el plazo

Resulta que, hasta el 30 de junio de 2025, la legislación laboral en Colombia únicamente permitía suscribir contratos a término fijo por un plazo máximo de tres años. Esto cambió a partir del 1 de julio y ahora se permite una vinculación bajo esta modalidad por hasta cuatro años.

Lo que venía sucediendo es que las negociaciones partían de la base en la que únicamente el vínculo podía tenerse con tres años a la vista y ese es un plazo realmente corto para el negocio del fútbol y la manera en la que las instituciones deportivas sacan provecho a través de la promoción de sus jugadores. La ampliación permitirá que los clubes saquen más ganancias por la comúnmente llamada venta de jugadores.

Un caso de todos los días

Lo anterior se entiende mejor con un ejemplo que viene sucediendo con cada equipo colombiano en la actualidad. Es mayo de 2021. Un club de Bogotá quiere fichar a un jugador en el que observó unas buenas condiciones y considera que invertir una gran cantidad de dinero por la compra de sus derechos deportivos podría resultar siendo muy fructífero. Las conversaciones con el representante y con el club de Barranquilla que lo tiene arrancan.

La empresa deportiva de la capital ve que es probable que una institución de otro país con mejores posibilidades económicas se interese y quiera rescindir el contrato a cambio de una suma que se fijará en la cláusula de rescisión o que se abra la puerta a una negociación con una fórmula de retención de un porcentaje de esos derechos ante una eventual venta futura. Decide apostar por su premisa, se concreta el prometedor fichaje y el jugador es anunciado con bombos y platillos el 1 de junio de 2021. Se suscribió contrato por el plazo máximo, a tres años, hasta el 30 de junio de 2024. La cláusula de salida se pacta en cuatro veces lo invertido.

La pretemporada se desarrolla con normalidad y el campeonato de liga inicia el 15 de julio de 2021. Se da un primer mes de competencia complicado, en el que el futbolista se estaba adaptando a las nuevas dinámicas de su entorno y además lidia con los efectos del cambio de altura a nivel del mar a los 2.600 metros de Bogotá. Como no pudo mostrar su mejor nivel, estuvo el primer semestre entrando en las convocatorias como suplente y sumando algunos minutos en una campaña sin logros. A vacaciones.

Llega el 2022, pasa una nueva pretemporada y la competencia arranca en febrero. El rendimiento mejora notablemente y el jugador consigue estar más tiempo en cancha, aunque ingresando por el jugador que viene consolidado en la alineación titular. El equipo llegó hasta los cuadrangulares y se quedó muy cerca de clasificar a la final. El campeonato finaliza en junio y se produce una noticia: el titular ha sido transferido a otro club, así que viene la gran oportunidad para que el prometedor fichaje se muestre.

El jugador arranca siendo un indiscutido de su equipo y sobrepasa las expectativas con un gran rendimiento. Sus cifras se destacan en todos lo medios de comunicación nacionales, pues su aporte fue clave para que el equipo quede campeón en el segundo semestre de 2022. Esto significa que el club bogotano tiene cupo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2023.

El nuevo año arranca muy bien y el jugador ya es un baluarte de su equipo en los dos primeros meses de retos locales. Llega abril y el partido de estreno en la competencia internacional, donde este jugador realiza una actuación muy destacada que empieza a llamar la atención de clubes del exterior, en especial, de un grande de Portugal. Sin embargo, en la segunda jornada del torneo continental, sufre una pisada de un rival que lo obliga a salir en camilla.

El dictamen es lamentable: fractura del quinto metatarsiano del pie derecho, lo cual lo hace perderse el resto del semestre. Después de la cirugía y una juiciosa recuperación, han pasado tres meses para que el jugador tenga el alta deportiva en medio de la pretemporada, donde se alista el objetivo de los octavos de final contra un cuadro de Brasil. El club está muy contento e ilusionado con su regreso. Como falta un año para que el contrato expire, se entabla contacto con el representante para evaluar una renovación.

Sin embargo, el agente se muestra renuente e impone unas condiciones muy complicadas para el nuevo contrato, el cual incluye una enorme prima por la firma y un aumento de salario que desborda las capacidades financiera del club, pues no ha recibido todavía el dinero por su participación internacional. Llega el momento de la serie en el cuadro final y el equipo resulta eliminado ante su rival brasileño por penaltis, después de hacer un partidazo que dejó como figura a su estrella recuperada.

Ahora que llegará el dinero de los premios y haber recibido unos pagos pendientes de otros jugadores vendidos, el club cuenta con la capacidad para aceptar las condiciones del representante. No obstante, este indica que ahora sus demandas son más grandes. No se ha filtrado, pero el agente ya tuvo contacto con un directivo del cuadro portugués que lo pretende e hizo un pacto de palabra para obtener una prima de fichaje enorme, siempre y cuando la institución lusa no deba pagar una cláusula de rescisión.

La historia de este de este caso termina como tantas veces les sucede a los clubes colombianos. El jugador se niega rotundamente a renovar, mientras termina el año 2023 jugando. A falta de seis meses para finalizar su contrato, el jugador está habilitado por las normas internacionales para negociar con cualquier club, así que pacta con el equipo de Portugal, al cual se marchará en calidad de agente libre y recibiendo una millonada. La institución de Bogotá se ha quedado sin recibir un importante dinero, cosa que no le hubiese sucedido si las leyes laborales de Colombia le hubiesen permitido suscribir un contrato por tiempo mayor a tres años.

En enorme desventaja con otros países: una opinión

El caso anterior refleja una realidad a la que se deben enfrentar los clubes colombianos constantemente. No alcanzan a evaluar el primer año en un jugador cuando ya deben, por cuenta del corto plazo permitido y la amenaza de que se vaya libre, pensar en una renovación.

Es importante tener en cuenta que las normas del fútbol que rigen los asuntos del funcionamiento global del negocio de transferencias están basadas en la legislación suiza. Esto se debe a que FIFA tiene sus despachos centrales allí y que funcionan bajo un derecho es aplicable a la mayor parte del resto de países. Sin embargo, hay puntos que dependen de las leyes de cada lugar, así que se producen ventajas y desventajas a la hora de fichar, como el caso de Colombia con respecto a lugares donde está permitido firmar contratos con un mayor plazo.

Ahora, no es que se haya erradicado, pero ese año más que la norma laboral colombiana ha ampliado la posibilidad del vínculo a término fijo permitirá que los clubes tengan un mejor margen de maniobra y planificación. Quedan también expuestos los aficionados y periodistas que únicamente pretenden ganar popularidad a punta de críticas absurdas que no contemplan lo complicado que es concretar un fichaje. Entender primero cómo funciona el negocio del fútbol es fundamental para expresar argumentos y no simples brabuconadas desde la barrera.

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