Mbappé y Vinicius: ¿Un ‘maridaje’ imposible en el Real Madrid?

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El encaje del francés con el brasileño sigue siendo la gran asignatura pendiente del equipo blanco

Mbappé y Vinicius no han funcionado juntos en el Real Madrid
La dupla de estrellas no ha funcionado en el ataque merengue | Reuters

La presentación de Kylian Mbappé como jugador del Real Madrid en julio de 2024 fue uno de los momentos más esperados en la historia reciente del club. Un año después, sin embargo, la dupla Mbappé-Vinicius, que muchos imaginaron como letal, sigue sin consolidarse. Las dudas sobre su compatibilidad futbolística se multiplican, y el desafío recae ahora en Xabi Alonso, nuevo técnico del conjunto blanco, que tiene la tarea de hacerlos funcionar como una verdadera sociedad ofensiva.

Un problema de espacios: la izquierda no es de dos

El primer gran obstáculo es posicional. Tanto Mbappé como Vinicius tienen predilección por arrancar desde la banda izquierda. El brasileño evolucionó mucho desde su debut, transformándose en un jugador que no solo desborda, sino que también pisa zonas interiores y participa activamente en la creación. Mbappé, por su parte, nunca ha sido un ‘9’ tradicional. A pesar de que se le ha ubicado como delantero centro, constantemente cae a banda izquierda, donde se siente más cómodo.

Mapa de calor de Vinicius en la temporada 2024-25
Mapa de calor de Vinicius en la temporada 2024-25 | Sofascore
Mapa de calor de Mbappé en la temporada 2024-25
Mapa de calor de Mbappé en la temporada 2024-25 | Sofascore

Esa superposición provoca que rara vez se vean en plenitud cuando comparten campo. Curiosamente, ambos han rendido mejor cuando el otro no está presente. Esa falta de química ha provocado varios ajustes por parte de Ancelotti en la etapa anterior, pero ninguna solución ha sido definitiva.

Poca conexión ofensiva: cifras que preocupan

En una delantera que genera tanto volumen ofensivo como la del Real Madrid, los números entre ambos atacantes son decepcionantes. Solo dos goles de Vinicius han sido asistidos por Mbappé, mientras que Mbappé ha marcado ocho goles gracias a pases del brasileño. Tomando en cuenta la calidad de ambos y la cantidad de minutos compartidos, estas cifras son pobres. La sinergia simplemente no fluye. Más allá de las estadísticas frías, en el campo la falta de entendimiento es evidente. Movimientos que no se coordinan, pases que llegan tarde o no llegan, y una constante sensación de que ambos se estorban más de lo que se potencian.

Falta de esfuerzo defensivo: un problema estructural

Además de las complicaciones ofensivas, el bajo compromiso defensivo de ambos se ha convertido en un problema estructural. Mbappé nunca ha sido un jugador especialmente implicado en la presión, y su historial lo confirma. Vinicius, en temporadas anteriores, sí había mostrado una actitud más combativa en la recuperación, pero desde la llegada del francés también ha bajado su intensidad defensiva.

Las estadísticas lo dejan claro. Por cada 90 minutos, Mbappé gana solo el 39.3% de sus duelos en el suelo, frente al 42.4% de Vinicius. Ambos ofrecen poco en duelos aéreos y su nivel de interceptaciones y entradas es bajo para futbolistas de élite. El resultado: el Real Madrid sufre en la primera línea de presión, permitiendo a los rivales salir con comodidad desde el fondo. Un lujo difícil de sostener en partidos de alta exigencia.

¿Puede Xabi Alonso resolver el rompecabezas?

Xabi Alonso insistió desde su llegada que quiere un equipo comprometido en todas las fases del juego. Su éxito en el Bayer Leverkusen se construyó sobre un bloque solidario, tácticamente disciplinado y con roles claros. En teoría, tiene el perfil ideal para intentar solucionar el encaje de Mbappé y Vinicius, pero no será fácil.

Deberá tomar decisiones incómodas: ¿apostar por un cambio de sistema? ¿Relegar a uno de los dos en ciertos partidos? ¿Exigir más sacrificio defensivo aunque se sacrifiquen estadísticas individuales? Por ahora, el ‘maridaje’ entre el francés y el brasileño sigue sin convencer. El talento está ahí, pero sin conexión táctica y sin compromiso colectivo, difícilmente podrán brillar juntos. La misión de Xabi es titánica: convertir a dos superestrellas en una dupla funcional. ¿Lo logrará?

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