Katherine Tapia, la arquera que cambió el uniforme de policía por los guantes
La increíble historia de la guardameta de 32 años

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La Selección Colombia Femenina clasificó a la final de la Copa América Femenina 2025, torneo que se disputa en Quito, Ecuador. Bajo la dirección técnica de Ángelo Marsiglia, el equipo nacional busca alcanzar su primer título en esta competencia y así sumar un nuevo reconocimiento al fútbol femenino del continente.
Entre las protagonistas del conjunto colombiano, una figura que ha captado la atención es la de Katherine Tapia, la guardameta titular. A sus 32 años, Tapia defiende el arco con seguridad y liderazgo, y llega al torneo como jugadora del Palmeiras de Brasil. Su recorrido también incluye pasos por América de Cali, Atlético Nacional e Independiente Santa Fe, clubes donde consolidó su nivel competitivo. Sin embargo, la golera no siempre estuvo desde ese lado del deporte, antes fue policía…
De la Policía al Fútbol Profesional
Más allá de sus cualidades como futbolista, Tapia también impacta por su historia de vida. Nacida en Lorica, Córdoba, antes de convertirse en arquera profesional, prestó servicio en la Policía Nacional, específicamente en el ESMAD (actual UNDMO). Su tránsito al fútbol fue poco convencional, marcado por esfuerzo, dualidad de caminos y decisiones difíciles.
Tapia compartió detalles de su transición: “Ingresé a la Policía en 2013, me gradué en 2014. En 2016 nace la liga femenina y se me activa ese chip de deportista. Era un sueño que ya había muerto”. Desde 2017, vivió una doble vida como policía y futbolista hasta que su cuerpo le exigió elegir. “Tuve que decidir sin consultar a mis papás, fue muy difícil. Mi familia siempre soñó con que fuera policía”, dijo para el podcast ‘Backstage Deportivo’.
El inesperado llamado a la Selección
Tapia no figuraba inicialmente en la lista de convocadas por Marsiglia. Sin embargo, la lesión de Natalia Giraldo abrió la puerta para su inclusión. Así, la exagente asumió con determinación el reto de custodiar el arco nacional en un torneo continental de alto nivel.
Hoy, Katherine Tapia es más que una arquera: es símbolo de resiliencia, determinación y amor por el deporte. Su historia conecta con muchas mujeres que también buscan romper moldes. Mientras Colombia sueña con la Copa, Tapia se consolida como una de las líderes más inspiradoras del grupo.
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