“Chicharito Hernández habla desde su propia frustración y de su ira en todos los sentidos”

Margarita Cerviño, psicóloga deportiva, reflexiona sobre la polémica y la influencia social del discurso del delantero de Chivas

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Las declaraciones recientes de Javier ‘Chicharito’ Hernández en redes sociales han generado una amplia respuesta en distintos sectores, luego de que fueran consideradas como promotoras de estereotipos sexistas. Como consecuencia, el futbolista recibió una sanción económica. El debate que surgió en torno a sus palabras ha trascendido el ámbito deportivo y se ha instalado en el análisis del rol social de los atletas y sus responsabilidades como figuras públicas.

Con el objetivo de profundizar en este tema, Margarita Cerviño, psicóloga especializada en deporte, participó en el programa Peloteando de Claro Sports. Durante la entrevista, ofreció una perspectiva profesional sobre el contexto personal y mediático que podría influir en las expresiones del delantero mexicano.

De ídolo nacional a figura polarizante

Cerviño no escatimó en señalar cómo la imagen del “niño bueno” con la que Hernández comenzó su carrera ha dado paso a un personaje altamente polémico, con discursos que reflejan frustración, enojo y una pobre capacidad argumentativa.

“Hemos visto la evolución de un chico con una humildad interesantísima a convertirse en una persona polémica, con dificultades sociales muy públicas. Lo que dice habla más de él mismo que de una visión consciente. Habla desde su frustración”, explicó la experta.

La psicóloga señaló que, aunque los adolescentes siguen siendo vulnerables, muchos ya tienen herramientas críticas para identificar estos discursos como superficiales y poco elaborados. “Los jóvenes de hoy no se lo creen todo”, puntualizó.

Influencia, ignorancia y la masculinidad radical

Uno de los puntos más fuertes de la intervención de Cerviño fue su lectura del contenido de las declaraciones del delantero. Afirmó que el discurso pronunciado por Hernández está copiado casi íntegramente de movimientos como el ‘red pill’ y la ‘manósfera’, comunidades digitales que promueven una visión ultraconservadora y misógina de la masculinidad.

“Es un mensaje dictado, superficial y poco inteligente. No es una reflexión personal, es una copia del pensamiento radical donde ahora está tan involucrado. No entiende siquiera lo que está repitiendo”, expresó Cerviño con firmeza.

Además, subrayó la responsabilidad que conlleva tener un micrófono en una sociedad que busca mayor equidad e inclusión, señalando que este tipo de discursos “no son un ejercicio de libertad, sino una agresión al entorno que lo rodea, incluida su propia casa, su equipo y su deporte”.

El peligro de construir ídolos sin pensamiento crítico

La experta explicó que muchas figuras públicas como Hernández llegan a un punto donde dejan de verse a sí mismos con objetividad y empiezan a construirse con base en lo que otros les dicen. “Cuando todos te llaman genio, te lo crees. Pero ser bueno en una cosa no te hace brillante en todo”, afirmó.

Criticó también la falta de formación intelectual en algunos deportistas, y enfatizó que el deporte moderno exige más que talento físico: requiere formación psicoeducativa que permita a los jugadores emitir opiniones responsables.

“Hay que enseñarles a pensar, a reflexionar. No basta con seguir modas o discursos de TikTok. Necesitamos atletas que entiendan su rol como figuras públicas y el alcance que tienen sus palabras.”

¿Censura o reflexión? El papel de la sociedad

Ante la pregunta de si estas declaraciones deberían censurarse, Cerviño fue contundente: “No se trata de censurar, sino de reflexionar”. Apostó por una sociedad que fomente el pensamiento crítico antes de adoptar ideas viralizadas en redes sociales.

“Escuchamos a un jugador en decadencia como si fuera un gran pensador. No podemos impedir que la gente diga lo que quiera, pero sí debemos promover la autorreflexión y el trabajo intelectual.”

Educación, no multas simbólicas

Cerviño también criticó la medida sancionatoria impuesta a Hernández, considerándola insuficiente: “Una multa económica no resuelve nada. Es ridícula. Lo que se necesita es educación psicodeportiva. Él debería estar en un programa real de sensibilización sobre estos temas”.

Finalmente, hizo un llamado a entender que el fútbol ya no es solo para hombres, y que discursos como el de Hernández no solo atacan a terceros, sino sabotean al propio jugador, a su legado y a su entorno.

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