La cronología del adiós de Christian Horner en Red Bull

El despido de Christian Horner pone el clímax de una serie de eventos que marcaron a la escudería austriaca

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En poco más de un año, Red Bull Racing ha pasado de ser la referencia absoluta de la Fórmula 1 a un equipo desdibujado, convulsionado por escándalos internos, salidas inesperadas y un desplome competitivo que ni siquiera su estrella, Max Verstappen, ha podido contener del todo. El despido de Christian Horner marca el clímax de una serie de eventos que comenzaron a ponerle fin al dominio de la escudería austriaca a inicios de 2024.

Febrero de 2024: El escándalo que quebró los cimientos

Todo comenzó antes del arranque de la temporada 2024 con la filtración de unos presuntos mensajes entre Christian Horner y una empleada de Red Bull. Aunque Horner fue absuelto tras una investigación interna, la moral del equipo quedó tocada, al igual que su entorno más cercano.

Sin embargo, el daño estaba hecho. Desde ese punto, el ambiente en Red Bull Racing se volvió tenso y dividido, especialmente entre Horner y la familia Verstappen.

Primavera de 2024: La salida de Adrian Newey, un golpe técnico letal

En medio del torbellino mediático, el legendario diseñador Adrian Newey anunció su salida del equipo. El arquitecto de los monoplazas más dominantes de la historia moderna de la F1, desde los campeonatos de Sebastian Vettel hasta el dominio de Verstappen, dejaba un vacío insustituible. Su salida tuvo un impacto directo en el rendimiento técnico de Red Bull: el RB20 empezó a mostrar deficiencias frente al avance meteórico de McLaren y Ferrari.

Verstappen campeón… pero en solitario

Pese al declive técnico, Max Verstappen logró su cuarto título mundial en 2024 gracias a su talento individual. Red Bull perdió el campeonato de constructores ante McLaren, pero el neerlandés sostuvo al equipo prácticamente en solitario. Fue una temporada en la que se evidenció que el dominio anterior ya no existía: el RB20 ya no era invencible, y las tensiones internas eran imposibles de esconder.

Fin de 2024: Checo Pérez se marcha antes de tiempo

El mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez, que tenía contrato hasta 2026, anunció su salida al final de la temporada 2024. Su rendimiento se vio afectado por la presión constante, sumado al desorden técnico que quedaría plasmado en ese segundo asiento la temporada siguiente.

2025: El carrusel de pilotos y el derrumbe competitivo

Red Bull decidió apostar por Liam Lawson para acompañar a Verstappen en 2025, pero el neozelandés duró apenas tres carreras antes de ser enviado de regreso a Racing Bulls. En su lugar ascendieron a Yuki Tsunoda, pero su rendimiento fue decepcionante: sin puntos en cinco Grandes Premios consecutivos, y con la escudería cayendo hasta la cuarta posición en el Mundial de Constructores, superada por McLaren, Ferrari y Mercedes.

Max Verstappen, por su parte, ha marcado 165 de los 172 puntos totales del equipo este año, un dato que confirma el desequilibrio interno y la dependencia total del piloto neerlandés.

Julio de 2025: Horner, fuera tras 20 años al mando

El golpe final llegó esta semana con el despido fulminante de Christian Horner, el único jefe que Red Bull ha tenido desde su entrada a la F1 en 2005. Su salida no solo es simbólica, sino estratégica. Max, tentado por Mercedes según lo que ha trascendido, tiene en sus manos el futuro inmediato de Red Bull.

En un comunicado, el CEO de Red Bull, Oliver Mintzlaff, agradeció los 20 años de servicio de Horner, destacando su papel clave en construir una escudería campeona del mundo. El puesto ha sido ocupado por Laurent Mekies, quien ahora carga con la difícil tarea de reconstruir un equipo fracturado en lo deportivo.

La caída de Red Bull Racing es una de las historias más impactantes en la historia reciente de la Fórmula 1. En menos de dos años, el equipo pasó de ser invencible a estar al borde de una crisis en resultados. La combinación de salidas clave, errores estratégicos y presión mediática ha hecho implosionar a una estructura que parecía indestructible.

El futuro inmediato depende de una sola variable: retener a Verstappen. Si el neerlandés se marcha en 2026, el reinado de Red Bull en la era híbrida quedará como un recuerdo glorioso, pero efímero.

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