Verstappen explota contra la dirección de carrera por el manejo de la lluvia en Spa

El neerlandés se qued+p al borde de subir al podio y no u culta su frustración.

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Max Verstappen dejó Spa-Francorchamps con más frustración que satisfacción. El piloto de Red Bull terminó cuarto en el Gran Premio de Bélgica, pero sus declaraciones tras la carrera estuvieron dirigidas, principalmente, a las decisiones de la dirección de carrera en torno al inicio del evento. La carrera comenzó con más de una hora de retraso debido a las condiciones climáticas, algo que para el neerlandés fue excesivamente conservador.

“Al final, casi no conducimos bajo la lluvia, así que eso también apesta”, expresó sin rodeos. Verstappen consideró que la situación nunca fue tan crítica como para impedir que se rodara desde el principio. “Deberíamos haber salido directamente”, afirmó. Según el campeón, incluso en los momentos de mayor intensidad de la lluvia, el trazado era transitable: “Incluso con la lluvia más intensa que tuvimos, podríamos haber pasado. Incluso hablamos de hacer un coche de seguridad virtual. Así puedes conducir un poco más duro. Pero sí, al final ellos toman las decisiones y tenemos que vivir con ello”.

El piloto de Red Bull insistió en que el exceso de precaución arruinó parte del espectáculo y redujo las oportunidades de competir en condiciones que, en su opinión, eran manejables. “Sí, muy seguro todo. Decisiones muy seguras todas. Es un poco una pena”, dijo. Verstappen reveló que desde la primera vuelta de calentamiento, detrás del coche de seguridad, ya se preguntaba por qué no se daba la orden de largada. Incluso en el segundo intento, mantuvo la misma sensación de que la carrera debía haber comenzado antes.

Cuando finalmente se retiró el coche de seguridad, la pista comenzó a secarse con rapidez, lo que hizo que la puesta a punto para lluvia que Red Bull había elegido dejara de ser una ventaja. Con un alerón trasero más grande, el RB21 perdió velocidad en las rectas, lo que dificultó los ataques sobre Charles Leclerc. “No estaba realmente atascado detrás de Leclerc, simplemente me faltaba velocidad con esta configuración. Sólo podíamos estar contra él en los intermedios, pero después de eso en realidad teníamos un poco de la misma velocidad”, explicó el neerlandés.

Verstappen también apuntó que la estrategia pensada para condiciones húmedas no dio frutos porque apenas hubo tiempo real de lluvia en pista. “Por supuesto, pusimos un alerón trasero [más grande] por la lluvia”, dijo, señalando que esa elección terminó jugando en su contra cuando el asfalto se secó. Con menor velocidad punta, nunca pudo concretar un adelantamiento sobre el Ferrari y tuvo que conformarse con el cuarto lugar.

Finalmente, el neerlandés recordó que, más allá de las decisiones de la FIA, Red Bull sigue enfrentando problemas con la degradación de neumáticos. “Simplemente demasiada degradación de nuevo, demasiado subviraje. Eso lo hace muy difícil”, comentó. Aun así, su mensaje más contundente no fue técnico, sino deportivo: la carrera, en su opinión, se vio condicionada por una dirección que no permitió correr bajo la lluvia. “Al final ellos toman las decisiones y tenemos que vivir con ello”, concluyó.

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