Sinner vs Alcaraz: ¿Hay algún rival real para el nuevo Big 2 en el US Open?

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El número 1 y 2 del mundo podrían definir otra final, con el liderato del ranking en juego y un circuito entero intentando encontrar grietas en su dominio

La escena del tenis en 2025 gira en torno a dos nombres: Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. El español y el italiano no solo ocupan la cima del ranking, también se han adueñado de las finales más importantes del calendario. En los últimos cuatro torneos en los que coincidieron —Roma, Roland Garros, Wimbledon y Cincinnati— siempre terminaron frente a frente por el título.

En arcilla, el murciano levantó los trofeos de Roma y París. En césped, Sinner impidió el tricampeonato de Alcaraz en el All England Club y conquistó su cuarto Grand Slam. Y en Cincinnati, una enfermedad dejó al de San Candido fuera de condiciones, lo que resultó el octavo Masters 1000 en la carrera del español. Ahora, el US Open abre sus puertas con la expectativa de un quinto duelo en Nueva York. La gran pregunta es si hay alguien capaz de evitarlo.

El presente de Carlos Alcaraz

Alcaraz ya sabe lo que es reinar en Flushing Meadows: lo hizo en 2022. Sin embargo, desde entonces sus participaciones en Grand Slams de pista dura han dejado dudas. En Australia acumuló dos eliminaciones consecutivas en cuartos de final, primero contra Alexander Zverev y luego ante Novak Djokovic. En Nueva York cayó en semifinales frente a Daniil Medvedev en 2023 y en 2024 se despidió de manera prematura, en segunda ronda, frente al neerlandés Botic van de Zandschulp, que le ganó en sets corridos.

Pero 2025 presenta un escenario diferente de cara al inicio del torneo. El murciano ha enlazado finales en sus últimos siete torneos. Desde abril, cuando conquistó Monte Carlo, alcanzó las definiciones de Barcelona, Roma, Roland Garros, Queen’s, Wimbledon y Cincinnati. Ganó cinco de ellas. La derrota en Wimbledon pareció encender una nueva versión del murciano en canchas de cemento y su título en Cincinnati lo coloca como candidato claro a recuperar la corona en Nueva York.

Sinner y Alcaraz | Matthew Stockman/Getty Images North America via AFP

El presente de Jannik Sinner

El caso de Sinner es distinto: su dominio en pista dura lo perfila como un jugador casi invencible. De sus últimos 28 partidos en la superficie, solo perdió dos, ambos contra Alcaraz: la final de Beijing 2024 y la de Cincinnati, donde se retiró enfermo con el marcador 0-5 en contra. En ese lapso conquistó el US Open, Shanghái, la Copa Davis, las ATP Finals y el Abierto de Australia. Si el rival no es el español, el italiano se convierte en casi una victoria garantizada.

Incluso en césped y arcilla demostró solidez. Su única derrota del último año, además de las del murciano, fue contra Alexander Bublik en Halle. Su respuesta fue inmediata: ganó Wimbledon y sumó el cuarto grande de su carrera. La incógnita ahora es su físico. El abandono en Ohio dejó dudas sobre su preparación para la defensa del título en Nueva York. Con apenas seis días de recuperación, inicia el torneo bajo una atención especial que podría abrir una grieta en su dominio.

La lucha por el número 1

El US Open pondrá en juego algo más que el campeonato de Major. Sinner ocupa el número 1 del ranking ATP desde hace 63 semanas, pero la defensa fallida en Cincinnati lo dejó vulnerable. El triunfo de Alcaraz en Ohio redujo la diferencia a 1,900 puntos, y al descontarse los resultados de 2024, la brecha se achica a solo 50 unidades al inicio del US Open.

Las cuentas son claras: si alguno de los dos levanta la copa, saldrá con el puesto de honor Si ninguno gana, el que llegue más lejos se quedará con el liderato rumbo a la gira asiática y las ATP Finals, donde el italiano defiende la victoria de 2024. La serie personal de Majors también está en juego: El del Palmar manda por 5-4, pero su rival ha recortado distancias con tres de los últimos cuatro campeonatos. ¿Habrá alguien que pueda evitar el onceavo título del Big 2?

Djokovic y la persecución del Grand Slam 25

Djokovic se medirá a Sinner en las semifinales de Wimbledon
El serbio no juega desde Wimbledon | Reuters

Novak Djokovic persigue una meta histórica: el Grand Slam número 25. Desde que ganó el US Open en 2023, el serbio no ha vuelto a conquistar un Major, quedándose corto en ocho intentos consecutivos. A sus 38 años, el tiempo juega en su contra, pero sigue siendo competitivo. Este año alcanzó semifinales en Australia, Roland Garros y Wimbledon, mostrando un claro dominio sobre el resto del circuito. En Melbourne eliminó a Alcaraz en cuartos, aunque debió retirarse en semifinales ante Zverev por problemas físicos.

Su gran obstáculo ha sido Sinner, que lo ha vencido en cinco enfrentamientos seguidos, incluidas las semifinales en París y Londres. El italiano lo ha dejado fuera de tres finales de Grand Slam en dos años. Aun así, Djokovic mantiene un registro histórico en Estados Unidos: cuatro títulos y diez finales. Con la incertidumbre física de su rival y las dos eliminaciones recientes de Alcaraz en Nueva York, el serbio encuentra una oportunidad para volver a pisar fuerte en Flushing Meadows y romper el empate con Margaret Court como los más ganadores de la historia. 

Fritz y Shelton, la esperanza local

Fritz y Shelton quieren ganar en casa | Imagn Images via Reuters Connect

El tenis estadounidense carga con 22 años sin campeones varoniles de Grand Slam. Taylor Fritz y Ben Shelton aparecen como opciones, aunque el reto es mayúsculo. El número cuatro del mundo, alcanzó la final en Nueva York hace un año, donde fue víctima de la racha histórica de Sinner en pista dura. Este año recuperó su nivel en Wimbledon, avanzando a su segunda semifinal de Major, donde lo frenó Alcaraz.

A los 27 años siente el peso del reloj y lo dijo con crudeza: Mi felicidad depende de los resultados; lo pensaría para siempre si no gano un Slam. El problema es que su récord directo no lo acompaña: tres derrotas frente al español y cuatro seguidas contra el italiano desde 2021 dejan claro que no ha estado a la altura para subir el último escalón. 

El otro candidato de casa que podría buscar la sorpresa es Shelton, una de las revelaciones de la temporada, que ya se encuentra en el sexto puesto del ranking. Alcanzó semifinales en Australia, cuartos en Wimbledon y conquistó su primer Masters 1000 en Toronto, además de ser cuartofinalista en Cincinnati. Su servicio potente de zurda y explosividad lo convierten en un rival incómodo, cada vez más completo en las otras facetas del juego.

Sin embargo, la historia se repite: Alcaraz lo ha derrotado en sus tres enfrentamientos, incluido Roland Garros este año, mientras que Sinner lo eliminó en Australia, Wimbledon y otros tres duelos recientes para completar seis triunfos consecutivos desde 2023. Para ambos, la ruta hacia el título pasa inevitablemente por uno de los dos integrantes del Big 2 y hasta ahora, la diferencia ha sido insalvable.

Alexander Zverev y la larga sequía

Zverev ha perdido tres finales de Grand Slam | Imagn Images via Reuters Connect

Alexander Zverev tiene argumentos para ser considerado el mejor jugador de la historia sin un título de Grand Slam. Su palmarés incluye siete campeonatos de Masters 1000, dos ATP Finals y una medalla de oro olímpica. Pero en los grandes escenarios nunca pudo consagrarse: perdió tres finales y seis semifinales, la más reciente en Australia este año contra Sinner.

El presente tampoco lo respalda. En 2025 no ha vencido a ningún jugador del Top 5. En Cincinnati abandonó en semifinales frente a Carlitos por mareos y pérdida de energía bajo el calor intenso. Antes cayó en primera ronda de Wimbledon ante Arthur Rinderknech, en semifinales de Canadá contra Karen Khachanov y en Halle ante Daniil Medvedev. Una temporada llena de altibajos que incrementa las dudas sobre sus opciones de cortar la sequía.

Flushing Meadows se prepara para otra edición donde todas las miradas apuntan al mismo lugar: Alcaraz y Sinner. El español busca confirmar su impulso tras meses de dominio, y el italiano pretende retener la corona pese a las dudas físicas. Djokovic, Fritz, Shelton y Zverev intentarán alterar el guion, pero la lógica indica que el US Open 2025 podría escribir un nuevo capítulo de la rivalidad que ya marca esta era.

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