Guatemala vivió la derrota más y menos dolorosa de su historia en la Copa Oro 2025

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Frente a Estados Unidos, Guatemala mereció como mínimo llegar a los penales. Una derrota que duele pero desafía.

El once titular que jugó ante Estados Unidos. (FEDEFUT)
El once titular que jugó ante Estados Unidos. (FEDEFUT)

El sentimiento que posiblemente haya unido a jugadores, cuerpo técnico, aficionados y demás guatemaltecos al término de la derrota 2-1 frente a Estados Unidos, por las semifinales de la Copa Oro 2025, debe ser muy difícil de expresar. Sin lugar a dudas que, por un lado, la sensación de haber rozado la historia y ser finalistas que genera orgullo y por el otro, la desazón de no haberlo conseguido cuando para sorpresa de algunos, lo merecía.

Guatemala mereció cuando menos igualar frente a Estados Unidos y llevar la definición a los penales. Para comprender rápidamente qué pasó, el equipo entró algo bajo y sufrió dos goles en cinco minutos, pero tras ello se repuso y tuvo opciones de gol para igualar. En el complemento, con los cambios, el equipo descontó por Olger Escobar y para resumir, los locales terminaron haciendo tiempo y pidiendo la hora.

El aficionado de Guatemala mastica bronca con la misma intensidad con la que se golpea el pecho. Es una sensación poco común en el fútbol y quedó expuesta ya que el equipo hizo historia metiéndose en semifinales por primera vez con este formato, dejando en el camino a rivales como Jamaica y Canadá, y haciendo sufrir a Estados Unidos que se llevó un premio más que gordo. El orgullo y la tristeza es total.

Pero como suele ocurrir, la tristeza y frustración de haber merecido más pasará y dejará expuesta la gran labor de este seleccionado, que ahora de igual modo intentará rubricar la mejor actuación en una Copa Oro buscando el tercer lugar. Guatemala se debe un torneo como este, y lejos de broncas y demás buscará transformar este dolor en motivación para usarlo de combustible de cara a lo que viene.

Es verdad que algunos dicen que nadie quiere jugar el partido por el tercer y cuarto lugar, Guatemala sí. No solo quiere sino que desea ganarlo, es la frutilla final del postre a esta descomunal puesta en escena de los jugadores, que esperarán la contienda con la tranquilidad, serenidad y satisfacción de haberlo dado todo y darse cuenta de que pudieron competir y estar a la altura.

Guatemala vivió en St. Louis, la derrota más y menos dolorosa de su historia hasta la fecha. Una caída que lejos de bajonear, desafía. Lo que sigue para los de Tena es el tercer lugar y luego un breve descanso hasta volverse a encontrar para septiembre, cuando se jueguen los dos primeros partidos de la tercera fase de la eliminatoria mundialista, el último gran objetivo del equipo en 2025.

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