Rosell y Bartomeu niegan que el Barça pagara a Negreira para influir en arbitrajes

“El club tenía al mejor equipo del mundo y no necesitaba de ningún tipo de apoyo externo”

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Los expresidentes del FC Barcelona, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, declararon este jueves ante la jueza que investiga los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira. Ambos negaron que los desembolsos tuvieran relación con favores arbitrales y defendieron que se trataba de servicios de asesoría deportiva.

Rosell señaló que durante su etapa en la presidencia (2010-2014) el club contaba con una plantilla liderada por Lionel Messi y Gerard Piqué, lo que hacía innecesario buscar ventajas externas. “Con ese equipo no había necesidad de ayudas arbitrales”, afirmó ante el tribunal.

Bartomeu, quien dirigió al Barça entre 2014 y 2020, respaldó esa versión. “El club tenía al mejor equipo del mundo y no necesitaba de ningún tipo de apoyo externo”, declaró a la salida del juzgado, insistiendo en que los informes encargados eran útiles para el cuerpo técnico.

Informes de asesoría

Según ambos dirigentes, los pagos a Negreira y a su hijo Javier Enríquez respondían a la elaboración de informes sobre criterios arbitrales. Rosell calculó que cada documento rondaba los 250 euros, cifra que, a su juicio, no puede interpretarse como un intento de manipulación de partidos.

En la misma jornada también declararon como investigados los exdirectivos Albert Soler y Òscar Grau, además de Javier Enríquez y Ana Paula Rufas, pareja de Negreira. Todos se acogieron a responder solo a las preguntas de su defensa y coincidieron en que se trataba de servicios deportivos.

El trasfondo del caso

La investigación judicial analiza los más de 7,3 millones de euros que el Barcelona pagó entre 2001 y 2018 a empresas vinculadas con Negreira. La Fiscalía sostiene que existía un intento de obtener beneficios arbitrales, mientras que el club lo justifica como una práctica habitual de asesoría técnica.

Rosell añadió que otros equipos también recurren a exárbitros como consultores y defendió que el Barcelona se limitó a continuar con un servicio que ya estaba contratado antes de su llegada a la presidencia.

La causa continúa abierta y la jueza deberá decidir en los próximos meses si existen indicios suficientes para llevar el caso a juicio. Mientras tanto, los exdirigentes mantienen que el Barça nunca buscó favores arbitrales y que los pagos correspondían a asesoría deportiva.

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