Las confesiones de Egan Bernal: de un barrio humilde a ganar el Tour de Francia

En 2022 el corredor del Ineos sufrió un accidente que casi le cuesta la vida

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La vida, como el deporte, tiene sus buenos y malos momentos. Y hay unos que quedan tatuados hasta el último día de existencia. Seguramente, para muchos, el recuerdo más preciado de Egan Bernal fue lucir el maillot amarillo en París en julio de 2019; como también está esa fatídica fecha que por poco le cuesta la vida en enero de 2022. En este segundo capítulo de confesiones en Claro Sports recordamos y le damos ‘vida’ a ciertas frases por parte del corredor del Ineos que le dieron la vuelta al mundo.

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Un zipaquireño muy orgulloso

Algunos lo tildan de ser rolo. Pero Egan no desconoce ni deja de segundo plano sus raíces. El ‘cacique’ de Zipaquirá ha manifestado en muchas ocasiones que los sueños, por mucho que tarden, tienen que cumplirse. Y él mismo se pone de ejemplo, tras superar todas las adversidades desde muy niño con su familia.

“Nací, orgullosamente en El Bolívar (Zipaquirá), un barrio muy humilde. Si hace unos años alguien hubiera ido a mi barrio, y me hubiera dicho que yo iba a ganar el Tour, no me le hubiera creído. Pero todo lo que se hace con amor se puede lograr”.

Se prendió esto por Zipa… 🔥🔥🔥❤️❤️❤️ pic.twitter.com/FMntQrttsv

— Egan Arley Bernal (@Eganbernal) August 6, 2019

“Soy de una familia humilde, vengo de un barrio muy bonito, pero con dificultades y aun así pude salir adelante y ser campeón de un Tour de Francia… Si yo pude, ustedes también pueden. Me siento orgulloso de ser colombiano, cundinamarqués y especialmente zipaquireño”.

“Me gusta Bogotá, pero yo soy zipaquireño, la alegría que me da entrar aquí y ver gente conocida, vecinos, es chévere. Me siento muy orgulloso de ser de aquí. Crean en todos los sueños que tienen porque con trabajo y dedicación, se puede”.

¡Merci, Egan!

Julio es sinónimo de Independencia en Colombia. Al margen del 20, el 28 de 2019 también puede ser considerada una fecha inmarcesible. En París, contra todo pronóstico, Bernal se imponía en la Grande Boucle y se convertía en el primer latinoamericano en descorchar el champán en territorio galo. Sus palabras erizaron a todo un continente.

“Gracias Colombia porque este triunfo es más de ustedes que mío. Es increíble, no sé qué decir. Gané el Tour, pero sigo sin creérmelo. Necesito un par de días para asimilar esto. Vi a mi familia y sólo quería abrazarlos. Es una felicidad que no puedo describir. Es solo felicidad. Es nuestro primer Tour de Francia”.

“De niño soñaba con esto, pero lo veía como algo imposible. Ahora que lo logro, pienso en todos los niños en Colombia que sueñan con ser ciclistas. Que crean que sí se puede”.

“He llorado de emoción, ha sido increíble. El equipo ha hecho un gran trabajo y este título también es gracias a ellos. Todavía no lo puedo creer, es increíble. He ganado el Tour de Francia, pero no soy consciente de lo que significa. Soy el hombre más feliz del mundo”.

Ver la muerte a los ojos

Hoy estamos. Mañana, no sabemos. Y el 24 de enero de 2022 será un día para nunca olvidar para Egan. Lo que parecía una simple jornada para soltar piernas, por poco se convierte en una tragedia, luego de estrellarse contra la parte trasera de un bus que se encontraba estacionado en la vía Bogotá – Tunja, en el kilómetro 33+800, sector Gachancipá. Un episodio que dejó frío al mundo ciclístico.

“Está siendo la carrera más dura, pero he tenido un grupo de gente excelente alrededor mío. Casi me mato, pero ¿saben qué? Estoy agradecido con Dios por ponerme esta prueba”.

“Tenía más de 20 fracturas, había la posibilidad de no volver a caminar. Después de haber tenido un 95 por ciento de probabilidad de haber quedado parapléjico y casi perder la vida haciendo lo que más me gusta hacer. Hoy quiero agradecer a Dios, a la Clínica de la Sabana, a todos sus especialistas por hacer lo imposible, a mi familia y a todos ustedes”.

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