El repunte de Max Verstappen reabre la lucha por el campeonato de pilotos en la Fórmula 1

Con su segundo triunfo seguido y un Grand Slam en Bakú, Verstappen se acerca a los McLaren y pone a Red Bull de nuevo en la pelea

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Max Verstappen lo volvió a hacer en el Gran Premio de Azerbaiyán. En dos carreras consecutivas, el piloto neerlandés consiguió el resultado perfecto, algo que parecía improbable hace apenas unas semanas para un Red Bull que había transitado buena parte de la temporada sumido en la mediocridad. La transformación fue contundente: del desconcierto técnico a la eficacia total en un par de fines de semana.

El neerlandés no dejó margen a la duda en Bakú. Además de asegurar la pole position, lideró todas las vueltas del Gran Premio y se quedó con cada vuelta rápida disponible. El balance fue absoluto: su sexto “Grand Slam” en la Fórmula 1 y la confirmación de que el RB21, pese a los tropiezos, todavía es capaz de rendir al máximo nivel cuando encuentra la puesta a punto correcta.

El efecto inmediato en el campeonato es claro. Verstappen recortó distancias con los líderes de McLaren: ahora se encuentra a 69 puntos de Oscar Piastri y a 44 de Lando Norris en la clasificación de pilotos. La diferencia sigue siendo amplia, pero lo suficiente para reabrir la conversación sobre un posible tercer contendiente en la lucha por el título individual.

La incógnita es si estos resultados alcanzan para colocarlo de lleno en esa pelea. Lo que sí queda claro es que el neerlandés ha enviado un mensaje contundente a McLaren, que hasta ahora parecía todopoderoso y prácticamente imbatible. El aviso es directo: si el equipo británico cae en la autocomplacencia, comete errores o deja escapar puntos valiosos, Red Bull estará listo para aprovecharlo.

El propio desarrollo de las últimas dos carreras deja en evidencia cómo un mal cálculo o un simple desliz pueden cambiar la dinámica del campeonato. McLaren, que había convertido la temporada en una sucesión de golpes de autoridad, se enfrenta ahora a la amenaza real de que cada paso en falso sea castigado con dureza. Verstappen y Red Bull han demostrado que no necesitan demasiado para transformar un bache ajeno en una ganancia directa.

La clave de este resurgimiento radica en el RB21. El auto, que durante meses parecía condenado a un papel secundario, mostró una mejoría enorme en las últimas fechas. La cuestión es que esas mejoras se reflejaron en dos circuitos con características similares en cuanto a configuración aerodinámica y exigencias técnicas. Resta por comprobar si esa tendencia se mantiene en trazados distintos y más demandantes.

Si Red Bull logra sostener el nivel y McLaren continúa con su ritmo competitivo, el duelo dependerá de los detalles. En un escenario así, Verstappen deberá maximizar cada oportunidad y capitalizar cualquier tropiezo de sus rivales. La lucha ya no es entre un auto dominante y el resto de la parrilla, sino entre un líder consolidado y un perseguidor que se rehúsa a rendirse.

Por ahora, lo único seguro es que piloto y máquina están otra vez en condiciones de vencer. Verstappen lo demostró en Azerbaiyán con un fin de semana perfecto y con la determinación de no dejar escapar ninguna ventaja. Lo que parecía una temporada resuelta se ha vuelto, al menos en parte, un terreno de incertidumbre donde Red Bull busca reescribir la narrativa.

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