Conor McGregor condiciona su regreso a UFC en la Casa Blanca con una millonaria petición

El peleador irlandés no ha peleado desde el 2021 cuando sufrió una aparatosa lesión ante Dustin Poirier

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Conor McGregor volvió a ser noticia al revelar cuáles serían sus condiciones para participar en el evento que la UFC planea organizar en la Casa Blanca en 2026. El peleador irlandés, que no compite desde 2021, utilizó sus redes sociales para detallar los nada normales puntos que buscará que le cumplan para formar parte del espectáculo que se había planteado realizar para el 250 aniversario del Día de la Independencia de los Estados Unidos.

McGregor, de 37 años, continúa su preparación tras más de cuatro años de inactividad, desde la lesión sufrida frente a Dustin Poirier. El peleador mostró su entusiasmo por volver a la competencia: “Tengo muchas ganas de volver a entretener al mundo de las peleas. Un placer que nunca doy por sentado”.

Además, el irlandés aseguró que este tiempo fuera del octágono le ha servido para recargar energías: “El campeón regresa. A poco más de ocho meses de la Casa Blanca de la UFC. Espero ver cómo mi cuerpo se pone en forma. Mi selección de golpes se perfecciona. Mi obra maestra por pintar”, señaló en otro mensaje.

Las exigencias de McGregor para pelear en la Casa Blanca

El excampeón de peso pluma y ligero pidió cifras récord y algunos detalles personales para su regreso: “100 millones de dólares para pelear en la Casa Blanca, junto con 100 ‘Golden Visas’ estadounidenses para mí, mi familia y mis amigos”, escribió en Twitter. El evento aún no ha confirmado participantes, aunque la presencia del propio McGregor sería uno de los grandes atractivos de la velada.

Su discurso incluyó una advertencia sobre la intensidad que planea mostrar en su retorno: “Tengo tanta agresividad acumulada que debo liberarla. Lanzaré con más fuerza y veneno que nunca. He estado golpeando muchísimo más fuerte en mis últimos preparativos y me encanta pensar en volver a hacerlo en vivo. ¡Mis golpes vuelan como cohetes! Por eso, y cómo, tengo todos los récords financieros de la historia de la lucha. Nos vemos pronto, chicos”.

Aunque McGregor se enfoca en el evento de UFC, también dejó abierta la posibilidad de incursionar en otra disciplina. “Estoy 100 por ciento seguro de que pelearé a puño limpio”, afirmó, haciendo referencia a un posible combate en el Bare Knuckle Fighting Championship.

El plan de UFC en la Casa Blanca aún se encuentra en fase de organización. La logística y la seguridad serán factores clave, considerando la presencia del expresidente Donald Trump, el CEO de UFC, Dana White, y múltiples figuras políticas y del entretenimiento.

Con su regreso pendiente de confirmación, McGregor mantiene su nombre en la conversación del deporte, aunque en paralelo afronta procesos legales y su fallido intento de ingresar a la política en Irlanda. Por ahora, sus exigencias económicas y migratorias marcan la pauta de lo que espera para volver al octágono en un escenario sin precedentes.

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