Randy Arozarena y Andrés Muñoz, los mexicanos que quieren romper la maldición de los Mariners

Los Seattle Mariners confían en el aporte de Arozarena y Muñoz para poner fin a su sequía sin Serie Mundial

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Los Seattle Mariners viven una nueva oportunidad de reescribir su historia en las Grandes Ligas. El equipo, que nunca ha logrado avanzar a la Serie Mundial desde su fundación en 1977, disputa la Serie Divisional de la Liga Americana ante los Detroit Tigers con la ilusión de romper una maldición que se ha extendido por casi cinco décadas. Esta vez, con dos protagonistas mexicanos que han sido clave en su campaña: Randy Arozarena y Andrés Muñoz.

A lo largo de la temporada 2025, los Mariners cerraron con marca de 90 victorias y 72 derrotas, una cifra que les permitió asegurar su pase a los playoffs con un desempeño sólido en los meses finales. En esa travesía, tanto Arozarena como Muñoz se consolidaron como piezas determinantes dentro del roster dirigido por Dan Wilson, aportando en momentos críticos para mantener vivo el sueño de Seattle.

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Randy Arozarena, después de un brillante paso por los Tampa Bay Rays, se adaptó con rapidez a su nuevo entorno. Su energía, liderazgo y capacidad ofensiva aportaron una chispa diferente al line-up. Durante la fase regular, el jardinero originario de Cuba registró un promedio de .238, con más de 25 cuadrangulares y más de 75 carreras impulsadas, cifras que lo colocaron entre los peloteros más productivos del equipo.

En el bullpen, Andrés Muñoz se consolidó como uno de los relevistas más confiables del circuito. Su velocidad y control en la recta lo convirtieron en una de las armas más efectivas en la parte final de los juegos. El sinaloense firmó casi 40 salvamentos y fue pieza clave para mantener la estabilidad del cuerpo de lanzadores, especialmente en una segunda mitad de temporada donde Seattle encontró ritmo competitivo.

El reto para los Mariners no es menor. Enfrentan a unos Tigers que llegan con una ofensiva encendida y una rotación con profundidad, pero la serie representa también una oportunidad histórica. Seattle busca romper la racha que lo mantiene como el único equipo activo de las Grandes Ligas sin haber disputado la Serie Mundial, una estadística que ha acompañado al club desde hace 48 años.

A lo largo de su historia, los Mariners han tenido planteles memorables. Ken Griffey Jr., Ichiro Suzuki y Randy Johnson marcaron época en el Kingdome y en el T-Mobile Park, pero ni siquiera con aquellos nombres pudieron alcanzar el Clásico de Otoño. En 2001, el equipo igualó el récord histórico de 116 victorias en temporada regular, pero fue eliminado por los New York Yankees en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Ahora, con una nueva generación encabezada por Julio Rodríguez, Arozarena y Muñoz, Seattle intenta cambiar el rumbo. La mezcla de juventud, talento y experiencia ha devuelto la ilusión a una afición que ha esperado décadas por una oportunidad real de llegar al máximo escenario del béisbol.

El duelo ante Detroit representa mucho más que una serie divisional. Es el intento de romper una barrera histórica, de cerrar un ciclo de frustraciones y escribir un nuevo capítulo en la historia de los Mariners. Si el equipo logra mantener la consistencia que mostró durante la temporada regular, con el aporte de sus figuras mexicanas, el sueño de ver a Seattle en la Serie Mundial podría estar más cerca que nunca.

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