La defensa de Steelers vuelve a fallar en juegos consecutivos

Green Bay vencen 35-25 a Pittsburgh; Jordan Love brilla y la defensa de de los Acereros vuelve a permitir más de 450 yardas

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La noche en el Acrisure Stadium dejó una historia que pocos en Pittsburgh querían volver a leer: la defensa de los Steelers volvió a ceder más de 400 yardas, y esta vez lo pagaron caro ante unos Green Bay Packers que dominaron 35-25 gracias a una actuación sólida de Jordan Love. El joven mariscal fue la pesadilla de una zaga que no logró frenar el ritmo ofensivo visitante.

La historia principal de la semana apuntaba a Aaron Rodgers, quien buscaba convertirse en el quinto quarterback en la historia de la NFL en derrotar a las 32 franquicias. Sin embargo, el guion no tuvo final feliz. Pittsburgh perdió y su récord cayó a cuatro victorias y tres derrotas, dejando más dudas que certezas. El veterano pasador no encontró apoyo en una defensa que, una vez más, fue el punto débil del equipo.

La defensiva de los Steelers recibió 454 yardas totales, y eso marca un patrón preocupante. Ya son más de 900 yardas permitidas en las últimas dos semanas, una cifra alarmante para un equipo que históricamente ha construido su éxito en base a su solidez atrás. Jordan Love aprovechó cada espacio, y con paciencia fue desgastando al rival hasta imponer su ritmo.

El protagonista de la noche fue Tucker Kraft, el ala cerrada de los Packers, quien terminó con 143 yardas por recepción y dos anotaciones. De los tres pases de touchdown de Love, dos fueron para él, en una conexión que desarticuló por completo la cobertura defensiva de Pittsburgh. En el Día Mundial de los Alas Cerradas, Kraft tuvo una actuación digna de celebración.

La ofensiva de los Steelers tampoco encontró respuestas. Ni el juego terrestre ni el aéreo lograron establecerse, y la línea ofensiva fue superada constantemente. Micah Parsons y compañía (en referencia a la presión constante que sufrió el mariscal) se convirtieron en una muralla que impidió cualquier intento de reacción. El equipo lució sin ritmo y sin creatividad, factores que terminaron inclinando la balanza.

Mientras tanto, Green Bay regresa a casa con otra victoria y una temporada que comienza a tomar forma, sobre todo por la ejecución ofensiva mostrada. La confianza en Jordan Love crece, y el equipo parece entender cada vez mejor su esquema, algo que se refleja en su precisión y control del juego.

En cambio, en Pittsburgh hay mucho por corregir. La defensa, otrora fortaleza del equipo, se ha convertido en un foco de preocupación. Permitir más de 450 yardas en partidos consecutivos no es un dato menor, y el cuerpo técnico deberá ajustar de inmediato si quiere mantenerse en la lucha por la postemporada.

La urgencia es clara: la próxima semana, Daniel Jones y Jonathan Taylor visitarán el Acrisure Stadium, y si la defensa no mejora, el panorama podría complicarse aún más. Los Steelers necesitan reencontrarse con su identidad, esa que los caracteriza por su agresividad y orden. De lo contrario, esta derrota ante Green Bay podría ser el comienzo de una pendiente difícil de remonta

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