Independiente responde de forma polémica a Conmebol tras sanción por violencia
El órgano rector sudamericano consideró que las condiciones de seguridad no estaban garantizadas en aquel partido
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Luego de la descalificación de Independiente de la Copa Sudamericana por los incidentes violentos ocurridos ante Universidad de Chile, la dirigencia del club argentino salió al cruce con una firme defensa institucional. El presidente Néstor Grindetti aseguró que el fallo de la Conmebol es “injusto y desproporcionado”, afirmando que los disturbios se originaron “exclusivamente por la parcialidad visitante” y que el club cumplió con todas las exigencias de seguridad establecidas por el organismo continental.
El escándalo se desató el pasado 20 de agosto durante el partido de vuelta de octavos de final en el Estadio Libertadores de América, cuando hinchas de Universidad de Chile destrozaron parte de las instalaciones y agredieron a simpatizantes locales. Posteriormente, barrabravas de Independiente irrumpieron en la tribuna visitante y se produjeron enfrentamientos que llevaron a la suspensión definitiva del encuentro. A raíz de ello, la Conmebol descalificó a Independiente, lo sancionó con la pérdida de localía y le prohibió jugar con público durante siete partidos. La U de Chile, aunque avanzó de fase, recibió una sanción similar respecto a su hinchada.
En un comunicado oficial, y durante la audiencia presencial en Asunción, Grindetti presentó cuatro argumentos claves para apelar la sanción. Según el presidente, Independiente fue “víctima de una provocación premeditada” y no responsable de los hechos. Además, sostuvo que el operativo de seguridad fue diseñado conforme a los protocolos para un partido considerado de alto riesgo, y que los ataques de la barra rival fueron ejecutados con la intención clara de generar desorden y perjudicar el desarrollo del encuentro.
— C. A. Independiente (@Independiente) September 5, 2025
La dirigencia también expresó su desacuerdo con el hecho de que la U de Chile haya sido beneficiada con la clasificación automática, a pesar de que –según su versión– sus hinchas iniciaron los disturbios. “No solo nos privan de competir, sino que además castigan a nuestro club por un escenario que no generamos”, señaló un portavoz del club tras conocerse el fallo. Además, insistieron en que el club actuó de manera inmediata para desalojar la tribuna visitante y proteger a los espectadores.
Pese a los descargos y la defensa presentada, la Conmebol ratificó la sanción y además impuso una multa económica de 250.000 dólares. Tanto Independiente como Universidad de Chile deberán exhibir en sus próximos partidos una pancarta con el mensaje “BASTA DE RACISMO, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA”, en una clara señal del organismo de que no tolerará nuevos episodios de esta índole en sus competencias.
Independiente evalúa apelar la decisión ante instancias superiores, aunque fuentes internas reconocen que revertir el fallo será difícil. Mientras tanto, Universidad de Chile se prepara para enfrentar a Alianza Lima en cuartos de final, en un contexto deportivo marcado por la tensión y el ruido de un castigo que, para muchos en Avellaneda, no refleja lo que realmente ocurrió en las tribunas aquella noche.
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